Con la llegada del verano y las temperaturas superando los 35 °C en muchas regiones del país, el aire acondicionado se convierte en el gran protagonista de nuestros hogares. Sin embargo, su uso indebido puede tener un impacto negativo tanto en la factura de luz como en la salud del aparato. Por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una guía con errores que conviene evitar si queremos disfrutar del frescor sin pagar de más ni forzar el equipo.
Desde el ajuste correcto del termostato hasta la limpieza de los filtros, son varios los puntos que conviene repasar para que el aire acondicionado funcione con eficiencia. A continuación, te contaremos cuáles son los consejos clave que propone la OCU y te explicaremos por qué cada uno de ellos puede marcar una diferencia importante este verano.
1¿En 18 °C? No, gracias: la temperatura ideal, según la OCU

Uno de los errores más habituales que ha detectado la OCU es configurar el aire acondicionado en temperaturas extremadamente bajas con la esperanza de enfriar más rápido. Es habitual ver termostatos marcando 18 °C apenas se enciende el aparato. Sin embargo, esto no solo no enfría más rápido, sino que hace trabajar al equipo innecesariamente y dispara el consumo eléctrico.
Según los especialistas de la OCU, lo recomendable es fijar la temperatura en torno a los 25 o 26 °C. Esta cifra no es caprichosa: permite mantener una diferencia razonable con el exterior (idealmente no mayor a 8 °C) y es suficiente para generar una sensación de frescor sin generar choques térmicos ni sobresaltos en la factura.
También es importante considerar la temperatura durante la noche. Muchas personas optan por dormir con el aire encendido a temperaturas bajas, lo cual no es aconsejable ni para la salud ni para el bolsillo. Para esos casos, la OCU sugiere utilizar la función “sleep” si está disponible o temporizadores que apaguen el aparato una vez que el ambiente esté fresco.