En España hay unos 26 millones de viviendas que reflejan la diversidad del parque inmobiliario del país. Desde pisos en bloques antiguos hasta chalets en urbanizaciones modernas, cada hogar tiene su propia configuración. Sin embargo, muchas de estas viviendas siguen presentando un problema importante para las personas con movilidad reducida: las barreras arquitectónicas, sobre todo cuando hay escaleras o desniveles.
Más de dos millones de personas necesitan soluciones de movilidad en casa
Según los últimos datos, más de 2,5 millones de personas en España viven con algún tipo de dificultad para desplazarse. Para ellas, subir escaleras o recorrer largas distancias dentro de una casa no solo es incómodo, sino que puede convertirse en una barrera insalvable si no se adapta el entorno. Por eso, cuando se trata de viviendas de dos plantas o más, contar con sistemas alternativos de acceso vertical es mucho más que una mejora: es una necesidad.
Evitar el uso de escaleras y garantizar una circulación cómoda y segura dentro del hogar debe ser una prioridad en el diseño o reforma de cualquier vivienda. Existen diversas formas de adaptar una casa con soluciones prácticas que mejoran notablemente la calidad de vida. Aquí es donde entran en juego los profesionales de Stannah.
Ascensores domésticos y sistemas que eliminan los desniveles
Más allá de las tradicionales rampas, hoy en día es posible instalar ascensores domésticos —también conocidos como homelifts— dentro de una vivienda. Estas soluciones están pensadas para entornos particulares y permiten el desplazamiento de una persona en silla de ruedas o incluso dos personas a la vez. Funcionan mediante sistemas hidráulicos compactos, no requieren sala de máquinas y su impacto visual y estructural es muy bajo.
Las sillas salvaescaleras y las plataformas elevadoras también se han convertido en grandes aliadas. Su instalación es rápida, no requiere obras importantes y devuelven la autonomía a quienes más lo necesitan. Alberto Badás, Marketing Manager de Stannah en España, nos cuenta que la instalación de sus productos se lleva a cabo en unas horas y no requiere nada de albañilería, de modo que sus clientes disfrutan de su hogar como merecen cuanto antes.
Adaptar toda la vivienda para moverse con libertad
Aunque las escaleras sean la barrera más evidente, no son las únicas. El ancho de los pasillos, la colocación de los interruptores o la presencia de obstáculos como alfombras o cables mal ubicados también influyen en la accesibilidad. Ajustar estos elementos es clave para que la persona pueda desenvolverse sin depender de ayuda constante.
Algunas medidas básicas incluyen colocar agarraderas en puntos estratégicos, instalar pasamanos dobles en las escaleras, sustituir los pomos por manillas ergonómicas o garantizar una buena iluminación con interruptores accesibles. En baños y cocinas, adaptar la altura de los muebles puede marcar una gran diferencia. También es útil usar suelos antideslizantes y mobiliario con esquinas redondeadas para evitar accidentes.
Por último, organizar bien los espacios, dejar zonas de paso despejadas y optar por puertas correderas puede transformar por completo la funcionalidad de una casa. La accesibilidad no es solo una cuestión técnica, sino que también es una forma de respeto, cuidado y autonomía para quienes más lo necesitan.