Contra lo que muchos piensan, dejar de fumar no consiste simplemente en abandonar un hábito: la única razón por la que los fumadores no pueden dejar de fumar es porque el tabaco contiene nicotina, una droga que no tiene efectos psicotrópicos, pero que es tan adictiva como la heroína.
¿Y qué pautas se deben adoptar para que un tratamiento para dejar de fumar sea 100% efectivo? Según los profesionales de Orbium Adicciones:
Paso 1: reconocer que existe un problema de adicción
Conocer los motivos por los cuales se quiere dejar de fumar (como mejorar la salud, ahorrar dinero o dar ejemplo a los hijos) es importante para mantener la motivación.
Pero lo más importante es reconocer que existe un problema de adicción a la nicotina. Y esto es muy fácil de comprobar: en los estancos ya hay cigarrillos elaborados con tabaco que prácticamente está libre de nicotina.
Cualquier fumador puede comprobar que fumar esos pitillos, que saben y huelen a tabaco, no le produce ninguna satisfacción. Eso ocurre porque no tienen casi nicotina, la sustancia que produce la adicción.
Una vez reconocido el problema, es más fácil aceptar que lo más efectivo para dejar de fumar definitivamente es hacerlo con ayuda profesional.

Paso 2: dejar que sea un profesional quien decida cuál es la mejor estrategia para dejar el tabaco
Frente a la alternativa de dejar de fumar de golpe, la mayoría de los expertos recomienda una reducción previa y gradual del consumo de tabaco.
Además, y según el caso, puede ser recomendable contar con recursos adicionales, caso de los chicles de nicotina, los parches de nicotina o algunos medicamentos que ayudan a reducir el síndrome de abstinencia.
En cualquier supuesto, no es muy aconsejable que el fumador elija por su cuenta y riesgo la estrategia a seguir: mejor que sea un profesional el que analice cada caso particular y decida qué alternativas son las más convenientes.
Paso 3: la terapia psicológica, un complemento imprescindible
Además de con la adicción física a la nicotina, fumar también tiene un componente adictivo psicológico que está vinculado a ciertos momentos o actividades. Por tanto, para dejar de fumar definitivamente también es necesario superar esa adicción psicológica.
A través de técnicas como la terapia cognitivo-conductual, los profesionales de la psicología ayudan a los fumadores a identificar los pensamientos y las situaciones que les impulsan a encender el pitillo.
La terapia psicológica también juega un papel fundamental en la prevención de recaídas: el psicólogo ayuda al fumador a sortear a las situaciones de riesgo, a reforzar su autoconfianza y a adoptar fomentar un estilo de vida en el que el tabaco no es necesario.
Paso 4: mantenerse siempre libre de humo
Una vez superada la etapa inicial, mantenerse en la decisión es imprescindible. Celebrar los pequeños logros, como la primera semana o el primer mes sin fumar, es una buena manera de reforzar el compromiso.
También es muy eficaz repasar a diario todos los motivos por los que se ha dejado de fumar y los beneficios de no depender del cigarrillo, pipa o puro.
Y en el caso de posibles recaídas, lo más importante es no rendirse. Lejos de darse por vencido y pensar que es imposible dejar de fumar, la solución pasa por volver a intentarlo: no son pocos los fumadores que han conseguido dejar el tabaco tras varias intentonas fallidas.