Aun cuando llevan años separados, la preocupación de la reina Sofía por el estado de salud de Juan Carlos I habría dado lugar a una petición directa a su hijo, el rey Felipe VI, según fuentes consultadas por EN Blau. Aunque hace años que la convivencia entre los reyes eméritos cesó, Sofía ha mantenido una actitud de respeto institucional y afecto hacia el padre de sus hijos.
Las últimas informaciones apuntan a que su preocupación es constante, y que, debido a los recientes diagnósticos de Juan Carlos I, la emérita habría solicitado a su hijo conceder un permiso urgente relacionado con el exmonarca.
3Una petición con carga emocional y política

La petición de la reina Sofía no se trataría de una cuestión sentimental. Consciente del peso simbólico que tiene dentro de la institución, habría propuesto aceptar que Juan Carlos volviera a Zarzuela si eso ayudara a cerrar de forma digna su etapa vital. Sofía querría evitar que sus días culminen con un final amargo, lejos de casa y además controvertido para la prensa, con un rey emérito muriendo en el extranjero y su cuerpo siendo repatriado.
La posibilidad de que Juan Carlos I vuelva a la residencia real, sin embargo, contrasta con la firme oposición de Felipe VI. El actual monarca seguiría considerando que la vuelta de su padre podría suponer un riesgo a la estabilidad de la Corona, especialmente en una etapa en la que se está tratando de proteger la imagen de la institución para garantizar el futuro reinado de la princesa Leonor. Felipe VI intenta evitar que la presencia del emérito vuelva a colocar a la Casa Real en el centro de la polémica mediática y política.
Desde su partida a Abu Dabi en 2020, el rey emérito Juan Carlos I ha vivido bajo perfil y fuera de la agenda institucional. A sus 86 años, el desgaste físico y mental ya se ha hecho evidente en sus recientes apariciones. La reina Sofía no quiere que el final del exmonarca llegue en soledad, lejos de su familia, y sin una despedida digna, que honre su papel, por muy cuestionado que haya sido.
Según EN Blau, Sofía le habría compartido en privado a Felipe VI que no le importaría convivir nuevamente con Juan Carlos si eso le daba paz y ayudaba a suavizar la tensión en la familia. De ser cierto, su gesto sería visto como un acto de dignidad institucional y de lealtad personal a sus principios familiares.