El fin de semana en la fragata Blas de Lezo habría evidenciado que la formación de la princesa Leonor está lejos de ser un simple trámite protocolario. La crisis de salud, que ya ha presentado antes, obligaría a replantear su calendario de entrenamiento y evaluar medidas que le permitan completar con éxito esta etapa.
La princesa Leonor estaría afrontando su etapa más dura en la formación militar a bordo de la fragata Blas de Lezo. El fin de semana que pasó habría sufrido una crisis significativa que encendió las alarmas tanto en la Armada como en Zarzuela. Según informaciones de EN Blau, la heredera al trono sufrió un episodio tan severo de salud que requirió atención médica, lo que avivó dudas en el entorno militar sobre su adaptación en la formación en alta mar.
3¿Una prueba de fuego para la futura reina?

La fragata Blas de Lezo representa una fase importante en la formación naval de la princesa Leonor. Esta embarcación, equipada con sistema AEGIS y armamento real, supone gran resistencia. Participar en prácticas tan complejas como Sinkex‑25 —donde se incluye el uso de misiles, torpedos y fuego real— representa el tramo más exigente de su formación aquí. Según la Agencia EFE, la princesa se incorporó el 14 de junio en Las Palmas y completaría su instrucción hasta el 3 de julio, durante este periodo participará directamente en operaciones efectivas en el Centro de Información y Combate.
Aunque hasta ahora, su rendimiento ha sido considerado adecuado, esta reciente recaída podría ser una señal de que el ritmo que exige Blas de Lezo sobrepasa a la princesa. Desde el entorno militar se duda si debería espaciar sus maniobras o reconsiderar su continuidad de forma temporal, para evitar más episodios físicos que comprometan su salud.