El fin de semana en la fragata Blas de Lezo habría evidenciado que la formación de la princesa Leonor está lejos de ser un simple trámite protocolario. La crisis de salud, que ya ha presentado antes, obligaría a replantear su calendario de entrenamiento y evaluar medidas que le permitan completar con éxito esta etapa.
La princesa Leonor estaría afrontando su etapa más dura en la formación militar a bordo de la fragata Blas de Lezo. El fin de semana que pasó habría sufrido una crisis significativa que encendió las alarmas tanto en la Armada como en Zarzuela. Según informaciones de EN Blau, la heredera al trono sufrió un episodio tan severo de salud que requirió atención médica, lo que avivó dudas en el entorno militar sobre su adaptación en la formación en alta mar.
1La cinetosis se tendería la princesa Leonor como causa de malestar

El sábado, cuando realizaba las maniobras previstas en el ejercicio Sinkex‑25 —que forma parte de su formación en la fragata, junto con el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo— Leonor, aparentemente, habría sufrido mareos persistentes, vómitos e incapacidad física aguda. Este trastorno, ocasionado por el movimiento constante del mar, afecta especialmente a quienes no están totalmente adaptados a la vida naval.
Según EN Blau, el cuadro de salud fue lo suficientemente importante como para que tuviera que permanecer varias horas en su camarote bajo supervisión médica. Sin embargo, aunque no se ha valorado como una emergencia grave hasta ahora, ciertamente la obligó a suspender su participación en las maniobras de fuego real que había estado esperando desde su incorporación al Blas de Lezo. Algunos tripulantes, citados por el medio mencionado, habrían comentado en privado que todo esto «le estaría viniendo grande», pero evitaron hacer valoraciones públicas por respeto.