Es una de las novedades que se esperan para 2025, y la DGT, la Dirección General de Tráfico, está próxima a cerrar la nueva tasa de alcoholemia al volante. La misma ha pasado ya el estado de tramitación después de que el pasado 18 de marzo esta iniciativa se sometiera a debate en el pleno del Congreso.
Esta proposición de ley, presentada por el partido socialista, iniciaba así su tramitación tras ser tenida en consideración por 177 votos a favor, 32 en contra y 135 abstenciones. Del mismo modo se inicia el trámite para aprobar la prohibición de la difusión de la ubicación de controles en redes sociales.
LA DGT BUSCA LO MÁS CERCANO A ALCOHOL CERO AL VOLANTE
En España, la tasa máxima de alcohol permitida para conductores en general es de 0,25 mg/l en aire espirado (el equivalente a 0,5 g/l en sangre). Para conductores noveles y profesionales, el límite es más estricto: 0,15 mg/l en aire. Superar estos límites conlleva duras sanciones.
Esta nueva ley La ley quiere reducir el límite de alcohol permitido en sangre para todos los conductores, sean de vehículos motorizados o no, a 0,2 g/l en sangre y 0,1 mg/l en aire espirado. Después será el turno del Ministerio de Interior para que se reforme el artículo 20 del reglamento de circulación. Se espera que esta nueva tasa de alcoholemia al volante entre en vigor a lo largo de 2025.

La nueva normativa pretende reducir la tasa general permitida a 0,1 mg/l en aire espirado (o lo que es lo mismo a 0,2 g/l en sangre). Aunque no se trata de una tasa cero, como algunos sectores reclaman, sí representa una reducción sustancial con respecto al nivel actual. Esta medida, según la DGT, busca disminuir el margen de tolerancia y reforzar el mensaje de que cualquier consumo de alcohol es incompatible con la conducción.
LA NUEVA NORMATIVA SE PASARÁ A 0,2G /L EN SANGRE
Pere Navarro y su equipo de la Dirección General de Tráfico lo han repetido en numerosas ocasiones: solo la ausencia de alcohol en el organismo de los conductores es verdaderamente segura. De momento no se ha prohibido completamente consumir alcohol antes de conducir, pero los nuevos niveles permitidos de alcoholemia están cada vez más cerca de convertir en imperativo legal la recomendación de «si bebes, no conduzcas«. Una que, por cierto, ya nos decía Stevie Wonder hace 40 años.

Hay que tener en cuenta que la presencia de alcohol es todavía bastante elevada en el caso de los accidentes mortales y que en los últimos años su presencia se ha multiplicado, lejos de que la pedagogía en seguridad vial sobre los efectos del alcohol al volante haya servido para que los conductores españoles tomen conciencia.
UNO DE CADA TRES CONDUCTORES FALLECIDOS ACCIDENTES DE TRÁFICO EN 2023 TENÍA ALCOHOL EN EL CUERPO
Según datos de autopsias aportados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), entre los conductores fallecidos por siniestros de tráfico en 2023 (último año con datos completos), uno de cada tres conductores fallecidos en accidentes de tráfico tenía alcohol en el cuerpo.
Este preocupante 33% lo es todavía más si tenemos en cuenta que los datos de 2018 eran del 26%, por lo que hemos ido hacia atrás a este respecto. No solamente esto aplica a conductores, sino que, en cuanto a los peatones fallecidos en 2023, el 29% dio positivo, lo que supone casi el doble que en 2018 (16%).
Desde 2018, los resultados de las pruebas de alcoholemia realizadas de forma aleatoria, muestran que en torno al 4% de los conductores consume alcohol. Aunque pueda parecer un porcentaje no muy alarmante, tal y como apunta el doctor Julio Pérez, asesor médico del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico, «el alcohol está presente en un porcentaje bajo de población conductora. Pero de esos pocos se matan muchos».