Pocos alimentos han logrado trascender culturas y siglos como el kéfir. Esta bebida fermentada, ancestral y milenaria, ha llegado hasta nuestras mesas no solo por su sabor característico, sino por los asombrosos beneficios que ofrece a la salud. Su origen se remonta a tradiciones transmitidas de generación en generación, marcando el inicio de un legado probiótico que hoy la ciencia respalda con evidencia.
Lejos de ser una moda pasajera, el kéfir representa una fusión perfecta entre nutrición, historia y bienestar. Expertos en salud coinciden en que este probiótico no solo mejora la digestión, sino que puede influir positivamente en el metabolismo, el sistema inmunológico y hasta el aspecto de la piel. Comprender sus orígenes nos permite apreciar aún más su papel en una dieta saludable y consciente.
5Cómo elegir el mejor kéfir

Ante la variedad de opciones en el mercado, es fundamental saber elegir un buen kéfir. Los especialistas aconsejan fijarse en el contenido de azúcares y el tipo de leche utilizada en su elaboración, recomendando adquirirlo en tiendas especializadas. Boticaria García, por su parte, propone la regla del 3-4-3: 3% de grasa, 4% de azúcar y 3% de proteína.
El kéfir, un probiótico con un legado ancestral, se presenta como un aliado invaluable para tu salud. Sus beneficios abarcan desde la mejora de la flora intestinal y la regulación del azúcar en sangre, hasta la protección contra infecciones y el cuidado de tu piel.