La seguridad en carretera vuelve a colocarse en el centro de la agenda nacional. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha realizado recientemente una inversión millonaria para incorporar a su arsenal una nueva tecnología capaz de detener vehículos en segundos y disuadir infracciones graves. Se trata de una medida sin precedentes que refuerza el compromiso del organismo con la prevención de accidentes y el control de conductas peligrosas al volante.
Lejos de limitarse a sancionar, la DGT apuesta cada vez más por herramientas proactivas que eviten situaciones de riesgo antes de que sucedan. En este caso, la adquisición de modernos dispositivos desplegables anti-fuga marca un antes y un después en la forma de actuar ante conductores temerarios o situaciones críticas en carretera.