Con el paso de los años, la memoria tiende a debilitarse. Aunque este proceso es natural, también es cierto que existen maneras de ralentizarlo e incluso fortalecer la función cognitiva a través de hábitos saludables. Entre ellos, los alimentos que consumimos ocupan un lugar privilegiado.
Según investigaciones recientes de instituciones como Harvard y la Clínica Mayo, ciertos alimentos pueden actuar como aliados del cerebro. Y es que lo que comemos influye directamente en cómo pensamos, recordamos y sentimos. A continuación, exploraremos las claves que podrían ayudarte a mantener tu mente joven.
4Bayas: pequeñas frutas, grandes efectos en la memoria

No es casualidad que cada vez más nutricionistas recomienden comer arándanos, frambuesas o fresas. Más allá de su sabor dulce y su aspecto atractivo, estas frutas esconden una concentración altísima de flavonoides, unos compuestos naturales que, según el Hospital Brigham and Women’s de Harvard, pueden retrasar el deterioro de la memoria hasta por dos años y medio.
Las bayas también han sido objeto de múltiples estudios que analizan su efecto sobre el envejecimiento cerebral. Uno de ellos, publicado en Neural Regeneration Research, señaló que sus efectos neuroprotectores están relacionados con fitoquímicos como las antocianinas, el ácido cafeico, la quercetina o el kaempferol. Estos compuestos ayudan a combatir la inflamación del tejido cerebral y mejoran las funciones motoras y cognitivas.
Incluir al menos dos porciones semanales de este tipo de alimento puede convertirse en una estrategia sencilla pero eficaz para fortalecer la memoria y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Ya sea en yogures, batidos o ensaladas, estas pequeñas frutas ofrecen grandes resultados.