Con la llegada del calor, hay cosas que vuelven a nuestras vidas sin pedir permiso: las chancletas, el abanico en el bolso, las siestas improvisadas y, por supuesto, el gazpacho. Este plato veraniego por excelencia, tan andaluz como las ferias de agosto y tan refrescante como un chapuzón a media tarde, se cuela un año más en las neveras de medio país. Y aunque la receta tradicional no tiene grandes misterios, Mercadona ha vuelto a dar con la fórmula que hace que miles de españoles abracen esta sopa fría como si fuese un superalimento.
Hablamos del gazpacho fresco sin pasteurizar y sin pan de Hacendado (marca blanda de Mercadona), una versión moderna y ligera que está arrasando por tercer verano consecutivo. No lleva gluten, ni conservantes, ni colorantes. Y eso lo convierte en el superalimento estrella para quienes buscan salud sin perder sabor.
3Un perfil nutricional que invita a repetir, pero con moderación

Detrás del sabor, la textura y la sensación de frescura del superalimento de Mercadona hay también una apuesta por el equilibrio. Por cada 100 ml, encontramos 75 calorías, 7 gramos de grasas (de las cuales solo 1,3 son saturadas), 2,5 gramos de hidratos de carbono (con apenas 1,5 de azúcares), 0,6 gramos de proteína y 0,75 gramos de sal.
Es aquí donde conviene hacer una pequeña pausa. Porque aunque el gazpacho sea un superalimento natural, saludable y ligero, su contenido en sal no es despreciable. La OMS recomienda no superar los 5 gramos diarios, así que si nos tomamos medio litro de este producto como si fuera agua, estaríamos consumiendo más de la mitad de ese máximo. Nada grave, pero sí digno de tener en cuenta.
Aun así, si lo comparamos con otras bebidas procesadas del supermercado —zumos, refrescos o incluso algunas bebidas vegetales—, el gazpacho sale ganando por goleada. Y si además sustituimos un snack poco saludable por un vaso de esta sopa líquida, el cuerpo nos lo agradecerá. Porque cuando decimos que es un superalimento, lo decimos con razón.