La búsqueda del cuidado personal se ha convertido en parte esencial de nuestras rutinas, y las mascarillas faciales con arcilla han ganado un lugar privilegiado en el neceser de muchos. Sin embargo, un reciente informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha encendido las alarmas al detectar metales pesados en la composición de la mayoría de estas mascarillas vendidas en España.
Con una investigación rigurosa basada en 21 productos disponibles en supermercados, parafarmacias y tiendas especializadas, la OCU ha dejado al descubierto una situación preocupante que plantea preguntas urgentes sobre la seguridad de lo que nos aplicamos en la piel.
4La postura de la OCU: más vigilancia y nueva legislación
Lejos de quedarse en una denuncia puntual, la OCU ha lanzado una propuesta concreta: actualizar la normativa europea en materia de cosméticos. Y no es un reclamo menor. En la actualidad, muchos productos se comercializan con la simple garantía de que sus ingredientes no han sido añadidos intencionadamente, aunque contengan impurezas potencialmente peligrosas.
La organización pide que la AEMPS establezca límites estrictos y armonizados para la presencia de metales pesados, independientemente de su origen. Además, solicita que se refuercen los controles en productos que ya están en el mercado, para evitar que la laxitud regulatoria ponga en riesgo la salud de los consumidores.
Uno de los puntos que más inquieta a la OCU es la falta de transparencia con la que muchos fabricantes gestionan estos riesgos. Mientras algunas marcas publican sus procesos de purificación, otras simplemente omiten esta información. El consumidor, en definitiva, se ve obligado a confiar ciegamente.
