Durante los últimos años, los expertos en nutrición han vuelto su mirada hacia los alimentos fermentados, antiguos aliados de la salud digestiva. Uno de los más destacados por sus propiedades beneficiosas es el repollo fermentado, conocido mundialmente como chucrut. Esta preparación tradicional, con raíces europeas y una historia fascinante, es hoy objeto de estudios científicos que revelan su potencial como protector intestinal.
En este artículo hablaremos de su origen, que dice la ciencia sobre sus beneficios y cómo podés prepararlo en casa para aprovechar al máximo un alimento que, aunque sencillo, puede marcar una gran diferencia en tu bienestar intestinal. ¿Te lo vas a perder?
3¿Qué lo hace especial? Así actúa el chucrut en el organismo

No todos los alimentos fermentados son iguales, y el chucrut tiene características que lo hacen particularmente interesante desde el punto de vista digestivo. Su fermentación natural genera una combinación única de compuestos bioactivos: probióticos, ácidos orgánicos, enzimas y antioxidantes.
Uno de los beneficios principales de este alimento es su capacidad para facilitar la digestión. Al contener enzimas naturales, ayuda a descomponer los alimentos en el estómago y el intestino delgado, lo que permite una absorción más eficiente de nutrientes. Además, al ser rico en probióticos, contribuye a repoblar y equilibrar la microbiota intestinal, algo especialmente valioso tras tratamientos con antibióticos o en personas con problemas digestivos crónicos.
Pero hay más. El consumo regular de chucrut también podría disminuir el riesgo de enfermedades inflamatorias del intestino, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad de Crohn. Esto se debe a su acción antiinflamatoria natural, derivada de los compuestos bioactivos que se generan en el proceso de fermentación.
Además, al ser un alimento de bajo contenido calórico pero alta densidad nutricional, resulta ideal para incluir en dietas saludables, sin preocuparse por el exceso de calorías. Contiene vitaminas C y K, hierro, manganeso y una cantidad considerable de fibra dietética, lo que también favorece el tránsito intestinal.