Si llegas a notar que tu nómina del mes de mayo es menor que la de otros meses puede ser por una regularización del Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF). Por lo tanto, no es un error ni una bajada de sueldo, sino que es una decisión tomada por las empresas de cara a rendir cuentas con Hacienda.
Las nóminas de los trabajadores recogen el impuesto Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) y es el motivo por el que tu última nómina ha podido variar a la baja. Este tributo nació con el objetivo de garantizar el sistema de las pensiones.
LAS NÓMINAS PUEDEN SUFRIR ALGUNAS VARIACIONES CON EN EL IRPF
Pero no es el único efecto por el que, posiblemente, tu nómina de este mes de mayo haya caído con respecto a meses anteriores. Se trataría, por su parte, de una modificación en la retención del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

El IRPF es un impuesto que se calcula y retiene de forma anticipada sobre los ingresos anuales del trabajador. A lo largo del año, las empresas estiman la cantidad que deben retener según la información que tienen al inicio del contrato o de cada ejercicio fiscal. Sin embargo, ciertos cambios en la situación laboral o personal del empleado pueden alterar esta previsión, lo que obliga a recalcular las retenciones para evitar desequilibrios con Hacienda.
DEPENDIENDO DE LA SITUACIÓN LABORAL, LA PREVISIÓN DEL IRPF EN LA NÓMINA PUEDE ALTERARSE
Este impuesto no se calcula mes a mes, sino con base en los ingresos totales previstos para el conjunto del año, y su aplicación puede variar si cambian tus circunstancias laborales o personales. El IRPF es un tributo progresivo que se aplica directamente sobre el salario, y es la empresa la encargada de retener cada mes una parte de la nómina para ingresarla en Hacienda. Sin embargo, esa retención no es una cifra fija: puede variar según los ingresos estimados anuales, tu situación familiar o cualquier cambio en tu contrato.

Por eso, no es raro que un mes se aplique una retención del 3% y al mes siguiente suba hasta el 14 %. Aunque pueda parecer un error o una penalización, en realidad se trata de una medida de ajuste para evitar que al final del año tengas que devolver dinero en la declaración de la renta.
LAS PAGAS EXTRAORDINARIAS TAMBIÉN MODIFICAN TU SALARIO MENSUAL
Más allá del IRPF, la forma en la que se abonan las pagas extraordinarias también puede alterar tu salario mensual. Algunas empresas prorratean estas pagas a lo largo de todo el año, repartiéndolas en cada mensualidad. Otras las pagan en fechas señaladas, como en junio y diciembre, lo que genera meses con ingresos notablemente superiores. Es importante saber cuál es el modelo aplicado en tu empresa, ya que puede dar lugar a variaciones significativas en tu percepción mensual sin que haya un cambio real en tu salario anual.
También ciertos cambios en las circunstancias personales, como tener un hijo, convivir con un familiar mayor de 65 años o acreditar una discapacidad superior al 33% tienen su impacto en el cálculo del IRPF. Si no has comunicado a tu empresa estas variaciones, es posible que las retenciones no estén reflejando tu situación actual. Por ello, si al llegar al final de año la tributación está por debajo del mínimo requerido, la empresa realiza la regularización. El objetivo es que, al sumar las retenciones aplicadas a lo largo del año, quede ajustado a tus ingresos anuales reales.