Fumar al volante no está expresamente prohibido por la ley, pero eso no significa que sea gratis. Cada vez más conductores se topan con una realidad inesperada: encender un cigarro al conducir puede salirte caro, muy caro. La Dirección General de Tráfico (DGT), firme en su cruzada contra las distracciones, ya está sancionando ciertos comportamientos relacionados con el tabaquismo en la carretera.
Y es que lo que hace unas décadas era una imagen casi cinematográfica del conductor con un cigarro en la mano, hoy empieza a percibirse como una conducta negligente. Pero, ¿en qué casos puede realmente multarte la DGT por fumar al volante?
2DGT: Los gestos cotidianos que pueden salirte por 200 euros (o más)

Hay un conjunto de acciones habituales para un fumador que, dentro de un coche en marcha, pueden convertirse en infracciones. Y la DGT las tiene bien identificadas:
Encender el cigarro: es uno de los momentos más críticos. Implica buscar el mechero, manipularlo, encender la llama y encender el cigarro. Este proceso puede durar entre 4 y 5 segundos, según estudios de la propia DGT. En ese tiempo, si circulas por autopista, habrás recorrido más de 120 metros sin prestar atención real a la vía.
Fumar mientras se conduce: aunque parezca que no afecta, el simple hecho de tener una mano ocupada puede comprometer la capacidad de reacción. Si necesitas esquivar un obstáculo o hacer una maniobra urgente y tienes el cigarro en la mano, podrías no responder a tiempo. Eso también cuenta como conducción negligente.
Humo en el habitáculo: en espacios cerrados como el interior del coche, el humo puede enturbiar la visión, empañar cristales o incluso generar molestias respiratorias en otros ocupantes. La DGT considera que esto puede suponer una pérdida de visibilidad que compromete la seguridad.
Lanzar la colilla por la ventanilla: esta práctica, todavía habitual, es una de las más peligrosas. No solo porque puede provocar un incendio —el Ministerio para la Transición Ecológica estima que el 3% de los incendios forestales en España son causados por colillas arrojadas desde vehículos—, sino porque constituye una infracción grave. La sanción aquí puede llegar a los 500 euros y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir.