En la rutina alimentaria de miles de familias, hay un ingrediente silencioso que rara vez figura entre los favoritos, pero que guarda un potencial nutricional tan grande que podría cambiar la forma en que cuidamos la salud infantil. Para la reconocida pediatra de Harvard Kelly Fradin, las alubias son ese superalimento olvidado que merece una reivindicación urgente en la mesa de los más pequeños.
Desde su consulta y su rol como jefa de Pediatría en el Instituto Atri, la doctora Fradin ha visto de cerca cómo la alimentación en la infancia moldea el futuro. Por eso lanza una advertencia tan sencilla como poderosa sobre este superalimento: «Me gustaría que se lo den más a sus hijos». Y con esta frase, da paso a un tema que no solo toca la nutrición, sino también el bolsillo, el medioambiente y, sobre todo, los hábitos que marcarán el desarrollo de nuestros hijos.
4Accesibles, sostenibles y con larga vida útil: el superalimento completo

Además de sus beneficios para la salud, las alubias destacan por algo que los vuelve casi insuperables: su precio. En un contexto donde muchas familias deben ajustar gastos sin sacrificar calidad, este superalimento se presenta como una solución ideal.
Fradin lo dice con claridad: “Es un alimento que encaja en todos los presupuestos”. No necesita refrigeración, puede almacenarse por largos períodos y, al ser tan fácil de preparar, no requiere habilidades culinarias especiales. A esto se suma que las alubias tienen una de las huellas de carbono más bajas dentro de los alimentos ricos en proteínas, lo que los convierte en una opción sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Mientras los alimentos ultraprocesados copan las estanterías y prometen rapidez a cambio de nutrientes, las alubias resisten como un superalimento honesto. Uno que no necesita marketing, solo una oportunidad para demostrar su valor.