Punto pero no hay final. O al menos eso parece en la historia de Fernando Alonso y su firma de moda, Kimoa. Una firma propia de moda urbana que, tras nunca alcanzar la plena rentabilidad, se está abriendo ahora a firmar ya su último capítulo, tras declararse en concurso de acreedores.
Según la documentación presentada ante el Juzgado de la Mercantil nº19 de Madrid, la sociedad Quimoalar SL, empresa matriz y propietaria, con Fernando Alonso al frente, bajo cuyo paraguas venía desempeñando su actividad Kimoa, se ha declarado en concurso de acreedores.
KIMOA SE HUNDE PESE A LOS INTENTOS DE FERNANDO ALONSO POR REFLOTARLA
Una solicitud que se habría presentado una vez constatada la situación de insolvencia en la que había entrado la sociedad, quedando a partir de ahí abierto un periodo de 15 días hábiles para que todos aquellos acreedores, que representen y acrediten representar al menos el 5 por ciento de la deuda total de la compañía, puedan solicitar al juzgado la designación de un administrador concursal.
Así, el pasado viernes 23 de mayo, fue último día en el que los acreedores podrán presentar la correspondiente solicitud para que el juzgado designe un administrador concursal que se encargue de supervisar todo el proceso de quiebra de la sociedad.
La compañía, fruto de las pérdidas continuadas, había visto cómo su patrimonio neto se redujo hasta poco más de dos millones de euros, a pesar de que sus socios aportaron más de 7,7 millones desde su nacimiento, allá por 2017. Además, contaba con acreedores comerciales por casi medio millón de euros y deudas a corto plazo por más de 111.000 euros.
Conocido en todo el mundo y capaz de llegar a millones y millones de personas en redes sociales, televisión, telediarios y medios de comunicación, el español presentó Kimoa mundialmente en su participación en las 500 Millas de Indianápolis de 2017.
La marca tuvo un lugar privilegiado en el casco con el que corrió Alonso esta icónica carrera, donde fue absoluto protagonista con un fantástico debut. En 2018 Kimoa fue patrocinador de McLaren y este año podemos ver el logo de la marca siempre ligado a Alonso, ya sea en el Mundial de Resistencia (donde corrió con Toyota y ha logrado triunfos como el de las 24 Horas de Le Mans o las 1000 Millas de Sebring), en Daytona o en Indianápolis, incluso en su test del Dakar con Toyota. Siempre que se subió a un coche o acude a un acto, Kimoa le acompañaba.
La firma de moda vendía diferentes artículos solo a través de internet, tales como camisetas, gorras (su artículo estrella), gafas de sol, vestidos, pantalones, sudaderas… con un diseño urbano y ‘surfero’, tratando de llegar a un público joven y deportista.
LAS PÉRDIDAS SE CUENTAN POR HASTA 5 MILLONES DE EUROS
Uno de los grandes pasos de Kimoa se dio en la temporada 2017, cuando la marca firmó como socio de McLaren, escudería en la que corría entonces el piloto asturiano. En virtud del acuerdo, la marca estampó su logotipo en el monoplaza, el mono, el casco y en la indumentaria que vistió el equipo de Alonso fuera del box.
Cuatro años más tarde de la entrada de Kimoa en la Fórmula 1, la marca firmó con el equipo ciclista MMR Factory Racing para que tanto los corredores como el staff vistiesen de Kimoa. Según las últimas cuentas anuales publicadas por Quimoalar, la compañía finalizó el ejercicio 2023 con pérdidas netas de 952.728 euros, que se sumaron a los 967.861 euros del ejercicio anterior- En total, 5 millones de euros en pérdidas.
El concurso de Kimoa fue la crónica de una muerte anunciada. La marca de moda creada en 2017 por Fernando Alonso fue vendida en un 75% a la compañía estadounidense Revolution Brands, pero el asturiano mantuvo el 25% y se quedó como su embajador global.
FERNANDO ALONSO VENDIÓ EL 75% DE KIMOA EN 2021 Y SE QUEDÓ CON EL 25%
No obstante, y pese a apoyarse en la visibilidad de Fernando Alonso como piloto, dentro y fuera de la pista, y ser uno de los patrocinadores de McLaren cuando militó en el equipo de Woking, no logró números verdes en los últimos años y las pérdidas se hicieron insostenibles para ambos dueños.
Kimoa es la segunda aventura empresarial de Alonso dentro del mundo de la moda. Ya en 2009 el asturiano presentó la marca Faster como «una actitud. La que experimento cada vez que bajo mi visera y piso el acelerador». Dicha marca de ropa, que tenía como imagen un gato manga que rápidamente se viralizó en las redes sociales, fue adquirida por Pepe Jeans en 2010, coincidiendo con el fichaje de Fernando Alonso con Ferrari.
