El emérito Juan Carlos I, y su hijo Felipe VI, mantienen una relación complicada, determinada por demandas judiciales, desencuentros públicos y una orden del rey que ha erradicado cualquier posibilidad de reconciliación.
Mientras tanto, Felipe VI, como rey de la Corona española, deberá analizar cómo preservar la estabilidad cuando la sombra de un rey caído sigue proyectándose sobre ella. La respuesta, quizás, recaerá en manos de Leonor, quien heredará el trono de una familia dividida.
2El libro de memorias: la gota que colmó el vaso de Felipe VI

Si las demandas alteraron a Felipe VI, la publicación inminente del libro: las memorias de Juan Carlos I rompió todas las posibilidades de reconciliación. El emérito ha confirmado que escribió un libro donde relata «su versión de la historia», entre los detalles se incluye información sobre su papel en la transición española y su relación con Felipe VI. La obra, editada por Planeta, está próxima a salir a la venta este verano.
Para Felipe VI, este movimiento es inaceptable. No solo porque desconoce la información que se detalla en el libro, sino porque teme que se reavivan debates sobre los escándalos personales y financieros que llevaron a Juan Carlos I al exilio en 2020, entre los datos del libro están: 100 millones de dólares recibidos de Arabia Saudita, que fueron archivados judicialmente por prescripción. La Casa Real, a la que no se le informó sobre este proyecto, intentó hacer que Juan Carlos recapacitara, pero no tuvo éxito.