La princesa Leonor está cerca de culminar un capítulo trascendental en su formación militar: su travesía a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Después de recorrer ocho países y más de 17.000 millas náuticas, la próxima heredera al trono de España va rumbo a Nueva York, esta será su última escala antes de su regreso a territorio español. Sin embargo, su paso por la República Dominicana, ha dejado un acontecimiento más turbulento de lo esperado.
La Armada española, con una tradición que data del año 1717, sigue siendo un espacio para la disciplina y la adaptación. Y Leonor, por su parte, con sus aciertos y tropiezos, más allá de seguir los pasos de Felipe VI o Juan Carlos I, está escribiendo su propio capítulo en esa historia.
2La noche que complicó las cosas en Santo Domingo

En Santo Domingo fue la última parada del buque antes de cruzar el Atlántico hacia Estados Unidos, y lo planeado como una despedida tranquila del país terminó en un incidente. Según fuentes cercanas al entorno del Elcano, la princesa Leonor y algunos compañeros de formación aprovecharon una noche libre para visitar el Malecón, un reconocido paseo marítimo dominicano. «La princesa mantuvo una actitud educada, pero el ambiente festivo y la presencia de curiosos complicaron la situación», explicó el medio informativo EN Blau.
La popularidad de Leonor llamó la atención de decenas de personas, algunas intentando fotografiarla sin notificación previa. Su seguridad, sin embargo, actuó con profesionalismo para proteger su integridad, pero el problema no comienza ahí. Varios cadetes, tras extralimitarse con el consumo de alcohol, protagonizaron inconvenientes menores, pero que obligaron a las autoridades locales a intervenir. Aunque Elcano evitó los detalles públicos, se confirmó que por lo menos tres jóvenes fueron arrestados por «conducta inadecuada», siendo trasladados de vuelta al buque para evitar sanciones disciplinarias.
Según el reglamento del Juan Sebastián Elcano, la tripulación tiene prohibido subir bebidas alcohólicas a bordo o presentarse en condiciones físicas o mentales inapropiadas. Estas normas buscan garantizar la disciplina y seguridad durante la formación. Los infractores arriesgan su puesto en el programa.
En este caso, los arrestos fueron un recordatorio de los límites que impone la vida militar, incluso en momentos de descanso. «Los cadetes deben entender que representan a España en todo momento», comentó una fuente citada por EN Blau. Para la princesa Leonor, la situación reforzó la necesidad de mantener la postura y la disciplina para evitar explosiones mediáticas.