En una jugada que ha captado la atención de consumidores y expertos por igual, Lidl ha lanzado en España una línea de pequeños electrodomésticos que imitan con precisión el diseño exclusivo de los icónicos productos firmados por SMEG y Dolce & Gabbana. Esta colección, que incluye una tostadora, un hervidor y un exprimidor, apuesta por una estética mediterránea que enamora, pero sin el precio de lujo.
Con detalles inspirados en la costa amalfitana, los nuevos electrodomésticos de Lidl ya se encuentran disponibles —por ahora— únicamente en tiendas físicas. Una alternativa accesible que no solo seduce por su estilo, sino también por sus funciones prácticas y modernas, pensadas para facilitar la vida diaria sin renunciar a la belleza. ¿Te los vas a perder?
1Lujo mediterráneo, ahora en tu cocina: la reinvención de Lidl

Durante años, los productos de diseño exclusivo han sido objeto de deseo en muchas cocinas europeas, especialmente los nacidos de la colaboración entre SMEG y Dolce & Gabbana. Con sus colores vibrantes, sus ilustraciones que evocan azulejos sicilianos y su aire casi artesanal, estos electrodomésticos se convirtieron en verdaderos símbolos del estilo mediterráneo y del lujo doméstico. El problema, claro, era el precio: no todos pueden invertir más de 500 euros en una tostadora.
Aquí es donde Lidl ha sabido leer el mercado. Con su conocida estrategia de democratizar el acceso a productos de calidad, la cadena alemana ha presentado una propuesta que no solo respeta la estética original, sino que también la adapta a la realidad del consumidor medio español. ¿El resultado? Un clon prácticamente idéntico que puede encontrarse en las estanterías por menos de 30 euros.
Esta línea, que incluye una tostadora, un hervidor eléctrico y un exprimidor, respira inspiración italiana por cada esquina. Con dibujos que recuerdan a los mosaicos de Positano, Amalfi o Ravello, y acabados que imitan el arte tradicional de la cerámica pintada a mano, Lidl logra ofrecer una experiencia sensorial que va mucho más allá de lo funcional. Porque aquí, desayunar se convierte en un gesto de estilo.