Recientemente, vimos a Juan Carlos I en la VII Liga Española de los 6 Metros en Sanxenxo, pero su presencia aquí ha reactivado las especulaciones sobre su estado de salud. El rey emérito regresó a España para participar en esta regata que se celebra del 16 al 18 de mayo.
Sin embargo, dejando a un lado el evento deportivo, lo que llamó la atención pública y mediática es la imagen que se le vio durante su llegada: más débil que en visitas anteriores. El emérito incluso necesitó ayuda para bajar del avión y, según testigos citados por EN Blau, Juan Carlos I caminaba con dificultad.
2Infiltraciones y medicación intravenosa durante su visita

A pesar de su estancia en España, para asistir al Sanxenxo, Juan Carlos I está recibiendo tratamientos médicos intravenosos con el objetivo de mantenerse en pie durante sus apariciones públicas en el evento. De acuerdo con fuentes cercanas a EN Blau, el rey emérito ha recurrido a infiltraciones en la pierna y a medicación intravenosa para minimizar el dolor y mejorar su movilidad temporalmente.
No obstante, el efecto de estos medicamentos es cada vez más limitado. Según la información divulgada, «el efecto del tratamiento es cada vez menor», lo que sugiere un esquema difícil a corto plazo. Aunque en Abu Dabi, donde está exiliado desde 2020, no recibe este tipo de tratamientos invasivos por su baja exposición pública, sí lo hace en España, donde la atención social y de los medios es mucho más intensa.
La aplicación de estos recursos médicos no es frecuente, sino utilizada con la intención de sostener cierta imagen pública por un tiempo limitado. Esta estrategia estaría respondiendo a un interés del propio Juan Carlos I por conservar, dentro de lo que cabe, una figura institucional, aunque esta se desvanece con el paso del tiempo.