Con la llegada del calor y el florecimiento primaveral, también regresan las alergias. Y aunque muchos lo relacionan solo con estornudos o picor de ojos, la realidad es que los síntomas alérgicos pueden convertirse en una seria amenaza al volante. Lo que pocos conductores saben es que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta un simple acceso de tos podría derivar en una multa importante y no solo por el ruido.
¿Toser puede costarte 1.000 euros? Parece exagerado, pero no lo es. En este artículo te contaremos cómo un gesto tan natural puede terminar en sanción, qué dice exactamente la normativa de la DGT y cómo protegerte si sufres alergias estacionales.
4Cómo preparar tu coche (y tu cuerpo) para evitar sanciones

Afortunadamente, hay formas de reducir los riesgos sin dejar de salir a la carretera. El primer paso es revisar tu medicación. No todos los antihistamínicos producen somnolencia, pero debes asegurarte de que el tuyo no afecte tu capacidad de reacción. Consulta siempre a un médico o farmacéutico antes de automedicarte.
Además, la DGT recomienda algunas medidas prácticas para alérgicos al volante:
- Usar filtros antipolen en el vehículo: muchos coches ya los incorporan, pero conviene cambiarlos regularmente, especialmente en primavera y verano.
- Cerrar las ventanillas en zonas de alta concentración de polen: es preferible usar el aire acondicionado con recirculación interna.
- Evitar conducir en las primeras horas del día: el nivel de polen suele ser más alto entre las 5 y las 10 de la mañana.
- Llevar pañuelos y agua a mano: para aliviar la irritación sin quitar los ojos de la carretera.
- Detenerte si los síntomas empeoran: una pausa a tiempo puede evitar una multa, o algo mucho peor.