Con la llegada del calor y el florecimiento primaveral, también regresan las alergias. Y aunque muchos lo relacionan solo con estornudos o picor de ojos, la realidad es que los síntomas alérgicos pueden convertirse en una seria amenaza al volante. Lo que pocos conductores saben es que, según la Dirección General de Tráfico (DGT), hasta un simple acceso de tos podría derivar en una multa importante y no solo por el ruido.
¿Toser puede costarte 1.000 euros? Parece exagerado, pero no lo es. En este artículo te contaremos cómo un gesto tan natural puede terminar en sanción, qué dice exactamente la normativa de la DGT y cómo protegerte si sufres alergias estacionales.
2Los medicamentos: aliados y enemigos silenciosos
Uno de los factores más complejos que señala la DGT es el uso de antihistamínicos. Estos fármacos, si bien son eficaces para reducir los síntomas alérgicos, también pueden tener efectos secundarios peligrosos: somnolencia, visión borrosa, mareos, lentitud en la respuesta, e incluso ansiedad.
La Fundación para la Seguridad Vial (Fesvial) advierte que más del 35% de los pacientes alérgicos no está diagnosticado ni tratado correctamente. Y lo más preocupante: casi un 30% de los jóvenes reconoce automedicarse, sin consultar con profesionales. El resultado: cientos de conductores que, sin saberlo, están al volante bajo los efectos de sustancias que disminuyen su capacidad para conducir con seguridad.
A diferencia del alcohol o las drogas, no todos los antihistamínicos pueden ser detectados en pruebas de tráfico. Sin embargo, uno sí lo es: la prometazina. Su presencia en orina puede acarrear una multa de 1.000 euros y la pérdida de 6 puntos del carnet de conducir, según establece la DGT.
La gravedad no reside únicamente en la sustancia, sino en el riesgo que supone para el conductor y los demás. Tomar un medicamento aparentemente inofensivo sin revisar el prospecto puede tener consecuencias tan serias como conducir bajo los efectos del alcohol.
