Especial 20 Aniversario

El toldo definitivo para frenar el calor está en Lidl y es facilísimo de colocar

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Cuando el buen tiempo llega para quedarse, también lo hace una de las preocupaciones más comunes en los hogares españoles: cómo mantener una temperatura agradable sin disparar el consumo eléctrico. El aire acondicionado puede ser una solución para el interior, pero en balcones y terrazas, donde se busca descansar sin encerrarse, las alternativas prácticas son escasas. Por eso, no es de extrañar que el nuevo toldo de Lidl esté causando furor entre quienes quieren ganar en confort sin dejarse el bolsillo en el intento.

Lidl ha vuelto a acertar con un producto que reúne tres claves esenciales: funcionalidad, buen precio y facilidad de uso. Hablamos del toldo vertical de 250 x 140 cm, una propuesta sencilla pero eficaz que promete cambiar nuestra relación con el calor veraniego y con la exposición excesiva al sol. Y todo, por menos de 60 euros.

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Diseñado para durar: materiales que resisten sol, viento y lluvia

Diseñado para durar: materiales que resisten sol, viento y lluvia
Fuente: Lidl

Aunque el precio pueda hacer pensar en un producto básico, lo cierto es que el toldo de Lidl destaca por la calidad de sus materiales. La estructura está compuesta por una caja de aluminio, ligera pero resistente, ideal para exteriores y capaz de aguantar sin deteriorarse con el paso del tiempo.

El tejido del toldo, por su parte, está fabricado en poliéster con recubrimiento de poliuretano (PU), lo que le confiere una alta resistencia al sol y una notable capacidad de repeler el agua. Este detalle, aparentemente menor, cobra especial importancia en días de lluvia ligera o viento inesperado.

A eso se suma la robustez de la manivela de acero, preparada para soportar el uso diario sin ceder ante el paso del tiempo. Todo el conjunto tiene un peso aproximado de 5,6 kg, una cifra equilibrada que permite manipularlo fácilmente sin renunciar a la estabilidad que necesita un producto de estas características.

El toldo de Lidl no solo se ve bien, también se siente bien. Una vez instalado, transmite esa sensación de firmeza y seguridad que todos buscamos cuando instalamos algo en casa, más aún si está expuesto a las inclemencias del tiempo.