La publicación de datos laborales inesperadamente débiles la semana pasada en Estados Unidos ha generado un giro en las expectativas del mercado, que ahora anticipa una desaceleración económica más pronunciada de lo previsto. Este escenario ha desencadenado fuertes caídas en las principales bolsas mundiales, lideradas por un desplome de los índices de Wall Street.
UNA APERTURA BAJISTA GENERALIZADA EN WALL STREET
El Dow Jones de Industriales comenzó la sesión con un retroceso del 1,7%, que se amplió rápidamente hasta el 3,06%. Por su parte, el tecnológico Nasdaq se desplomaba un 6,3% al inicio de la jornada, aunque posteriormente logró recortar sus pérdidas a algo más del 3%.
En el sector bancario, los principales bancos estadounidenses como Citigroup, Wells Fargo, Bank of America, Morgan Stanley y JPMorgan sufrieron fuertes descensos, en respuesta a las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) reaccione con bajadas de tipos más agresivas ante el enfriamiento de la actividad. El mercado anticipa ahora con una probabilidad del 98,50% un recorte de 50 puntos básicos en septiembre, el doble de lo previsto hace una semana.
Entre los gigantes tecnológicos, también se impuso una fuerte corrección, con bajadas de más del 8% para Nvidia y por encima del 5% para Amazon y Tesla, mientras que Apple, Microsoft, Meta y Alphabet cedían más del 3%.
UNA NUEVA OLA DE VENTAS Y TEMORES A UNA RECESIÓN
Según el economista jefe de Capital Economics, Neil Shearing, «Hasta aquí llegó la calma veraniega», ante la agitación de los mercados bursátiles y el desplome de los rendimientos de los bonos «a medida que se afianzan los temores de una recesión en Estados Unidos».
Shearing advierte de que la respuesta de la Fed estará determinada por el grado en que se materialicen los riesgos a la baja para la economía real y si la fuerte ola de ventas en los mercados financieros «hace que algo se rompa», lo que crearía un ciclo de retroalimentación a través de condiciones crediticias más restrictivas.
El experto apunta que la Fed «ahora recortará 25 puntos básicos en cada una de sus tres reuniones restantes este año», existiendo incluso la posibilidad de un ajuste mayor si los mercados siguen descontando un recorte de 50 puntos básicos en septiembre y las autoridades consideran que no implementarlo haría más daño que bien a los mercados financieros.
LA ESTAMPIDA GLOBAL DE LOS MERCADOS
La caída de los índices estadounidenses confirmaba el «lunes negro» de los mercados a nivel global. En Japón, el selectivo Nikkei 225 de la Bolsa de Tokio cerró la sesión con un retroceso del 12,40%, su peor jornada desde octubre de 1987.
En los mercados europeos, las pérdidas generalizadas oscilaban alrededor del 3%, mientras que en Asia, el índice Taiex de Taiwán cayó un 8,35%, el Kospi de Corea del Sur un 8,77%, el Hang Seng de Hong Kong un 2,14% y el de Shanghái un 1,54%.
Según ING Research, «Las acciones están bajo una fuerte presión y las divisas que se utilizan para el ‘carry trade’ siguen subiendo. En lugar de un ajuste ordenado de los tipos a algún tipo de nivel neutral, parece que la Fed podría verse obligada a realizar un ajuste más brusco de su política».
En resumen, la pérdida de confianza en la fortaleza de la economía estadounidense, reflejada en los datos laborales, ha desencadenado una severa corrección en los mercados bursátiles globales. La perspectiva de una recesión y las expectativas de una respuesta más agresiva por parte de la Fed han generado una oleada de ventas que ha sacudido a los principales índices del mundo.