Especial 20 Aniversario

Puigdemont regresará para la toma de posesión, pero teme ser detenido por el pacto PSC-ERC

En un giro inesperado, el expresidente de la Generalitat Catalana, Carles Puigdemont, ha anunciado que volverá a España para asistir al pleno de investidura del Parlament, a pesar de los riesgos que ello conlleva. Este movimiento estratégico llega en medio de un panorama político cambiante, en el que el acuerdo entre el PSC y ERC para investir a Salvador Illa como presidente ha generado nuevas tensiones.

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En una carta abierta publicada desde su exilio en Bélgica, Puigdemont ha expuesto sus motivos y su visión sobre la situación actual. Considera que su «detención es una posibilidad real en muy pocos días», pero afirma que, así como su decisión de exiliarse fue política, su regreso también lo es. Además, ha acusado a los jueces de estar «dispuestos a incumplir la ley de amnistía», lo que a su juicio constituye un «golpe de estado híbrido».

Desafío a la Justicia y Riesgos del Retorno

Puigdemont es consciente de que su retorno puede conllevar su detención y encarcelamiento, pero asegura que nunca será objeto de negociación ni contribuirá a renuncias del independentismo. Sostiene que, si es detenido, se demostrará que hay jueces que «desobedecen la ley» y que el Gobierno central lo observará con «la indolencia del resignado», centrando su atención más en la imputación de la esposa del presidente, Begoña Gómez, que en el incumplimiento de la ley de amnistía.

El expresidente ha advertido que esta «actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado» no será intrascendente en el proceso hacia la independencia de Cataluña. Considera que su detención habría que entenderla «en clave de confrontación contra un régimen demofóbico», y no de lamento o victimismo, ya que ve mucho trabajo por delante.

Estrategia Independentista y Críticas a ERC

Puigdemont ha augurado «el impacto negativo que tendrá para Catalunya un Govern de carácter españolista» ahora que ERC decide investir a Illa. Considera que «antes de dar los votos para un Govern del PSC en Catalunya hacía falta explorar otras alternativas», incluyendo la repetición electoral.

Además, Puigdemont ha criticado a ERC por las «campañas de desprestigio y ataques personales» que, según él, sufrió en el pasado. Cree que, si no regresa ahora, se pasaría de la comprensión inicial de que trabajara por la independencia desde el extranjero a una gran campaña de denigración personal.

Ante estas situaciones, Puigdemont ha pedido «expulsar las malas artes y la toxicidad como tácticas de beneficios partidistas» y centrarse en recuperar a la ciudadanía decepcionada con la política. Su retorno parece ser una jugada arriesgada, pero que refleja su compromiso inquebrantable con la causa independentista.

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