La directora ejecutiva del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA), Winnie Byanyima, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, han publicado una declaración conjunta en la que aseguran que la despenalización de las personas LGBTQ+ salva vidas.
En un momento en que los tribunales y los parlamentos de varios países están estudiando el marco jurídico de los derechos de las personas LGBTQ+, estos líderes de las Naciones Unidas han recalcado que «las leyes punitivas contra lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y ‘queer’ violan los derechos humanos y atentan contra la salud pública».
Según la declaración, el «gran cambio mundial, muy bien acogido, se aleja de la penalización», y más de dos tercios de los países ya no criminalizan a las personas LGBTQ+. En los últimos 10 años, países como Angola, Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Bután, Botsuana, Dominica, Gabón, India, Mauricio, Mozambique, Islas Cook, Namibia, Nauru, Palaos, San Cristóbal y Nieves, Seychelles, Singapur y Trinidad y Tobago han derogado leyes que penalizaban a esta comunidad.
La Criminalización Perjudica la Salud Pública
Desde las organizaciones aseguran que la criminalización de las personas LGBTQ+ genera «un temor justificado entre las personas que necesitan acceder a los servicios sanitarios, y entre los trabajadores de primera línea que prestan esos servicios». Además, subrayan que en los países que criminalizan, disminuye la prestación y el uso de los servicios de prevención del VIH, y baja el uso de los servicios de atención y tratamiento del VIH.
Asimismo, señalan que un estudio realizado en el África subsahariana demostró que la prevalencia del VIH entre los hombres homosexuales y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres era cinco veces mayor en los países que penalizaban las relaciones entre personas del mismo sexo que en los entornos no penalizados.
«Los países que penalizan tienen tasas significativamente más bajas tanto de conocimiento del estado serológico como de supresión vírica del VIH entre todas las personas que viven con el VIH», añaden.
Destacan que «existen numerosas pruebas de que estas leyes discriminatorias aumentan la exposición de las personas a brutales crímenes de odio, abusos policiales, acoso, chantaje, tortura y denegación de acceso a la atención sanitaria, la educación y la vivienda». También consideran que «fomentan la impunidad y socavan el Estado de derecho, perjudicando a las personas LGBTQ+, a sus familias, a sus comunidades y a toda la sociedad».
Un Llamado a la Acción
La declaración conjunta de la directora ejecutiva de ONUSIDA y el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos es un poderoso llamado a la acción para que los países eliminen las leyes que criminalizan a la comunidad LGBTQ+. Estas leyes, según los expertos, no solo violan los derechos humanos, sino que también representan un grave peligro para la salud pública al disuadir a las personas de acceder a los servicios de prevención y tratamiento del VIH.
La tendencia global hacia la despenalización es alentadora, pero aún queda mucho por hacer. Los líderes mundiales deben escuchar este llamado y tomar medidas urgentes para garantizar que todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, puedan acceder a los servicios de salud y ejercer sus derechos humanos sin temor a la discriminación o la persecución.