Kindelán quiere una regulación que equilibre crecimiento y competitividad en el ciclo europeo

La Asociación Española de Banca (AEB) ha dado a conocer sus principales prioridades para el nuevo ciclo político en la Unión Europea (UE) tras las elecciones del pasado mes de junio. La presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, ha defendido la necesidad de impulsar una regulación bancaria enfocada al crecimiento y la competitividad en un momento de «incertidumbre geopolítica» en el que Europa deberá afrontar «inversiones billonarias».

Durante su participación en el ‘Diálogo Italo-Español de servicios financieros’ celebrado en Roma, Kindelán ha resaltado el «papel protagonista» que van a desempeñar los bancos en la financiación de las transiciones ecológica y digital, así como en otras áreas identificadas por la UE como prioritarias para el próximo mandato, como la defensa, la tecnología, la autonomía estratégica o la seguridad económica.

UNA REGULACIÓN MÁS EQUILIBRADA ENTRE ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO

Tras confirmarse la «fuerte resiliencia» del sector bancario en las perturbaciones recientes, Kindelán ha pedido «ir más allá en materia regulatoria para buscar un enfoque más equilibrado entre la estabilidad financiera y el crecimiento«. En este sentido, ha manifestado que «ya no estamos en la situación de la gran crisis del 2012, ahora Europa necesita crecer y competir«.

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Para ello, la presidenta de la AEB ha propuesto «considerar mandatos más amplios que también incluyan otras dimensiones como el crecimiento, la competitividad o la eficiencia, siendo «más pragmáticos» en el enfoque regulatorio. Como ejemplo, ha señalado que la Comisión de Bolsa y Valores americana (SEC) incluye la formación de capital entre sus objetivos.

Kindelán también ha abogado por contar con «alguien que evalúe la capacidad del sector bancario de la eurozona para atender las «enormes necesidades de la economía», su capacidad para competir con los actores internacionales, atraer inversiones de forma sostenida y apoyar a la economía en su crítica coyuntura actual.

COMPLETAR LA UNIÓN BANCARIA Y AVANZAR EN LA UNIÓN DE MERCADOS DE CAPITALES

La segunda «prioridad» para la AEB es completar la unión bancaria y avanzar en la unión de los mercados de capitales. Según Kindelán, un mecanismo único de garantía de depósitos contribuiría a poner fin a la fragmentación del mercado bancario, garantizando un nivel uniforme de protección para los depositantes independientemente de la ubicación del banco, rompiendo el nexo banco-soberano y asegurando que las valoraciones de los bancos y los costes de financiación estén determinados por su perfil de riesgo, su rentabilidad y solvencia y no por su nacionalidad.

La presidenta de la AEB ha remarcado que este fondo «era importante hace diez años, pero se ha convertido en crucial teniendo en cuenta que Europa necesita cumplir objetivos más ambiciosos de competitividad frente a Estados Unidos o China».

IGUALDAD EN EL INTERCAMBIO DE DATOS

Por su parte, la directora general de AEB, María Abascal, ha participado en la mesa sobre digitalización e innovación, donde ha pedido analizar los beneficios, costes y consecuencias de las nuevas iniciativas regulatorias.

Abascal ha subrayado la asimetría en el intercambio de datos con otros operadores y el reglamento sobre finanzas abiertas, indicando que «FIDA propone nuevas y amplias obligaciones de intercambio de datos para las instituciones financieras, lo que va a generar costes de cumplimiento y profundiza la asimetría en el intercambio de datos respecto a otros sectores».

Por esta razón, la directora general de la AEB ha pedido a los responsables políticos un «marco para que el intercambio de datos se haga en igualdad de condiciones y tenga un enfoque intersectorial no solo financiero«.

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En resumen, la Asociación Española de Banca ha dejado clara su posición a favor de una regulación bancaria más equilibrada y enfocada al crecimiento y la competitividad, la finalización de la unión bancaria y el avance en la unión de los mercados de capitales, así como la igualdad en el intercambio de datos entre el sector financiero y otros sectores. Estas prioridades buscan fortalecer la capacidad del sector bancario europeo para hacer frente a los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan en el nuevo ciclo político de la Unión Europea.

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