En una decisión que destaca la gravedad de los delitos cometidos, la Fiscalía ha solicitado una pena de diez años de prisión para un hombre acusado de haber agredido en dos ocasiones a una menor de 16 años en los primeros meses de 2022 en Sada (A Coruña). Esta solicitud pone de manifiesto el compromiso de las autoridades por proteger a los más vulnerables y hacer justicia ante tales actos reprobables.
La vista está programada para este jueves en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, y se ha acordado que se celebre a puerta cerrada para preservar el derecho a la intimidad de la víctima. Esta medida demuestra la sensibilidad con la que se está abordando este caso, priorizando el bienestar y la dignidad de la menor afectada.
Solicitud de Penas y Medidas de Protección
Según el escrito de calificación, el Ministerio Público no solo ha solicitado la pena de prisión, sino también medidas de protección para la víctima. Específicamente, se ha pedido que se imponga al encausado la prohibición de comunicarse por cualquier medio con la joven, ni aproximarse a ella a menos de 500 metros, de su domicilio, centro de estudios o cualquier otro lugar frecuentado por ella durante cinco años. Además, se ha solicitado el pago de una indemnización de 9.000 euros por daños morales.
En la misma línea, la acusación particular ha pedido diez años de cárcel para el procesado, cinco por cada uno de los dos delitos contra la libertad sexual de la menor, así como una indemnización de 15.000 euros para la víctima. Estas solicitudes reflejan la gravedad de los hechos y el compromiso de las autoridades por brindar una reparación justa a la menor afectada.
Importancia de la Protección a los Menores
Este caso pone de manifiesto la importancia fundamental de proteger a los menores de edad de cualquier tipo de agresión o abuso. Las autoridades deben actuar con firmeza y rapidez para evitar que estos hechos se repitan y garantizar la seguridad y el bienestar de los más vulnerables.
Además, es crucial que se brinde apoyo psicológico y emocional a la víctima para ayudarla a superar este trauma y reconstruir su vida. Las consecuencias de este tipo de delitos pueden ser devastadoras, por lo que es imprescindible que se tomen todas las medidas necesarias para proteger a los menores y reparar el daño causado.
En resumen, este caso pone de manifiesto la gravedad de los delitos contra la libertad sexual de menores y la necesidad urgente de reforzar los mecanismos de protección y prevención para garantizar la seguridad y el bienestar de los niños y adolescentes en nuestra sociedad.
