La Iglesia Católica ha emitido un comunicado oficial desde el Vaticano mediante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, declarando falsos los supuestos milagros marianos que presuntamente ocurrían en la localidad italiana de Trevignano Romano. Esta decisión pone fin a un caso que había generado gran controversia y atención mediática en los últimos meses.
En su comunicado, el Vaticano analiza exhaustivamente este caso a la luz de las nuevas normas publicadas el pasado 17 de mayo, las cuales profundizan en los criterios para reconocer y verificar la autenticidad de las apariciones marianas. Esta es la primera sentencia dictada bajo estas nuevas directrices, lo que le otorga aún más relevancia.
Multiplicación de Pizzas y Ñoquis: Un Milagro Falso
La supuesta vidente italiana, María Giuseppe Scapulla, también conocida como Gisella Cardia, había afirmado ser testigo de fenómenos sobrenaturales, entre ellos la multiplicación de pizzas y ñoquis durante cenas con sus seguidores, emulando el milagro de los panes y los peces relatado en los Evangelios. Sin embargo, el Vaticano ha determinado que estas afirmaciones carecen de veracidad.
Asimismo, Scapulla había asegurado tener en su posesión una estatuilla de la Virgen que, según ella, lloraba lágrimas de sangre. No obstante, tras un exhaustivo análisis microscópico realizado por un investigador privado, se llegó a la conclusión de que las manchas de sangre provenían en realidad de un cerdo, descartando así el supuesto milagro mariano.
Prohibición de Celebraciones y Peregrinaciones
El Vaticano respalda la decisión del obispo de Civita Castellana, Marco Salvi, quien en marzo pasado emitió un decreto negando la autenticidad de los fenómenos sobrenaturales y prohibiendo cualquier tipo de celebraciones o peregrinaciones a los lugares donde supuestamente ocurrían estos hechos.
Esta sentencia del Vaticano pone fin a un caso que había generado gran controversia y atención mediática en los últimos meses, y reafirma el compromiso de la Iglesia Católica por mantener la integridad de la fe y la veracidad de los milagros marianos, evitando caer en engaños o falsas creencias que puedan confundir a los fieles.