La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha criticado duramente la invitación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al mandatario de Argentina, Javier Milei, asegurando que esto es "la constatación de que en este país la ultraderecha es directamente el Partido Popular". Según Morant, "Donde esté Ayuso no necesitamos ya un Abascal, ya tenemos a la ultraderecha pura y dura".
Esta declaración refleja la creciente preocupación por el auge de la ultraderecha en España, que ha encontrado un espacio cada vez más significativo dentro del Partido Popular. Morant ha señalado que "aquí quien está marcando el discurso político en el Partido Popular es la señora Ayuso y el señor Aznar, no el señor Feijóo", lo que sugiere una influencia cada vez más fuerte de los sectores más radicales dentro de la principal fuerza de la oposición.
El Gobierno Español Frente a la Ultraderecha
En contraste con la política de "fango y medallas fake" que, según Morant, caracteriza al Partido Popular, la ministra ha destacado que el Gobierno de España está centrado en las "cosas importantes". En este sentido, ha enumerado algunas de las medidas adoptadas recientemente, como la aprobación de 68 millones de euros para ampliar la cartera en salud bucodental, 50 millones de euros para ampliar la capacidad de contratar profesores y ayudantes en las universidades, y la reducción del IVA del aceite de oliva al 0%.
Asimismo, Morant ha señalado que el Gobierno ha aprobado el subsidio por desempleo, lo que permitirá recibir otros 10.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Esta batería de medidas refleja el compromiso del Ejecutivo central con las necesidades de la ciudadanía, en contraposición con la "política de fango y fake" que, a juicio de la ministra, caracteriza al Partido Popular.
El Papel Fundamental de la Ciudadanía
Frente al avance de la ultraderecha, la ciudadanía tiene un papel fundamental que desempeñar. Es crucial que los ciudadanos se mantengan informados, participen activamente en los procesos democráticos y se opongan firmemente a cualquier intento de erosionar los valores democráticos y las libertades fundamentales. Solo a través de una sociedad comprometida y vigilante podremos hacer frente a los desafíos que plantea la creciente influencia de la ultraderecha en el panorama político español.
