La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) ha reconocido los cambios que se avecinan para la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Estos cambios buscan encontrar un equilibrio entre la flexibilidad del sistema actual y la rigurosidad de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) prepandémica. La presidenta de CRUE, Eva Alcón, ha expresado que estos ajustes en la nueva Selectividad son razonables y necesarios para garantizar un proceso de admisión universitaria justo y eficiente.
Los rectores españoles han valorado positivamente la aprobación del nuevo Real Decreto que regulará los requisitos de acceso a las enseñanzas universitarias de Grado, las características básicas de la prueba de acceso y los procedimientos de admisión. Este nuevo marco normativo aborda diversos aspectos clave que impactarán en la experiencia de los estudiantes que aspiran a ingresar a la universidad.
Hacia una Selectividad más Competencial y Justa
La CRUE ha reconocido que el modelo actual de EBAU ha flexibilizado en exceso el proceso de acceso a la universidad, lo que ha generado una «elevación ficticia de las notas de corte». Por ello, la nueva Selectividad que entrará en vigor el próximo año buscará encontrar un punto intermedio entre la rigidez del modelo prepandémico y la flexibilidad excesiva del sistema actual.
Uno de los aspectos clave de la nueva PAU es la evaluación por competencias, lo cual es considerado por los rectores como un cambio positivo. Sin embargo, enfatizan que el Ministerio competente deberá establecer cuanto antes las directrices que permitan desarrollar este nuevo formato competencial de las pruebas.
Además, se valora de manera muy positiva que se evalúe la coherencia, cohesión y corrección gramatical y ortográfica de todos los ejercicios que impliquen producción de texto. Esto sin duda contribuirá a una evaluación más completa y justa de las habilidades de los estudiantes.
Hacia un Calendario y Organización Más Eficientes
La CRUE también ha destacado la importancia de avanzar hacia un calendario único que tenga en cuenta no solo la realización de las pruebas, sino también la preinscripción y la matrícula. Esto busca «quitar tensión a las familias y a los estudiantes» que actualmente deben estar pendientes de los plazos establecidos por cada comunidad autónoma.
Asimismo, los rectores han celebrado que la nueva normativa aclare el lugar en el que los estudiantes podrán examinarse. La primera vez será obligatoriamente en el ámbito territorial donde hayan finalizado sus estudios de Bachillerato, mientras que en las sucesivas ocasiones podrán hacerlo en el lugar de residencia o en el contemplado inicialmente.
En cuanto a las calificaciones, los rectores han mostrado su satisfacción por el abandono de la idea de volver a la doble corrección, lo cual evitará alargar innecesariamente el procedimiento. La nueva propuesta de una tercera corrección, realizada por dos correctores diferentes a los dos anteriores, se considera más justa para el estudiante.
En resumen, la CRUE ha valorado positivamente los cambios que traerá la nueva Selectividad, destacando la importancia de lograr un equilibrio entre la flexibilidad y la rigurosidad, así como de avanzar hacia una evaluación más competencial y justa para los estudiantes que aspiran a ingresar a la universidad.