La publicación de la orden del Ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico en el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha puesto fin a todos los procedimientos iniciados por ENRESA para la construcción del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas, Cuenca. Este hecho ha sido recibido con satisfacción por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, que ve cumplido uno de sus principales objetivos desde la llegada de Emiliano García-Page a la Presidencia en 2015.
La clausura definitiva del ATC, conocido también como el «cementerio nuclear«, representa un importante hito para la región, ya que, según las declaraciones del Vicepresidente Primero, José Luis Martínez Guijarro, esta infraestructura no solo no aportaba nada a la Comunidad Autónoma, sino que podría haber supuesto un lastre para la misma. Castilla-La Mancha ha realizado una contribución más que suficiente a la energía nuclear, la cual no se encuentra entre las apuestas del Gobierno de García-Page, que desde su llegada a la Presidencia ha venido apostando firmemente por el desarrollo de las energías renovables.
El Logro del Gobierno de Castilla-La Mancha
El Vicepresidente Primero, José Luis Martínez Guijarro, ha destacado que esta decisión supone «el certificado de defunción definitivo del cementerio nuclear» en Castilla-La Mancha. Esta victoria se enmarca dentro de los objetivos que el Gobierno de García-Page se había trazado desde el inicio de su mandato, es decir, paralizar esta infraestructura que, según su criterio, no aportaba valor alguno a la región.
Este logro se suma a la apuesta del Ejecutivo regional por las energías renovables, las cuales han sido priorizadas en la estrategia de desarrollo energético de Castilla-La Mancha. Así, la clausura del ATC representa un hito importante en la transición ecológica que el Gobierno de García-Page ha impulsado desde su llegada a la Presidencia.
Implicaciones y Perspectivas Futuras
La clausura definitiva del ATC en Villar de Cañas abre la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo para la región de Castilla-La Mancha. Al eliminar esta infraestructura que, según las declaraciones del Vicepresidente Primero, no aportaba valor a la Comunidad Autónoma, se despeja el camino para centrar los esfuerzos en proyectos que sí contribuyan al crecimiento y bienestar de los ciudadanos.
Asimismo, la decisión de cerrar el ATC reafirma el compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con la transición energética hacia las energías renovables, una apuesta que se ha consolidado a lo largo de los últimos años y que seguirá siendo una prioridad en la agenda del Ejecutivo regional.
En resumen, la clausura del ATC en Villar de Cañas representa un hito significativo para Castilla-La Mancha, al mismo tiempo que abre la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo sostenible y respetuoso con el medio ambiente, en línea con los objetivos de transición ecológica impulsados por el Gobierno de García-Page.