Viajar a Estados Unidos es algo que le pone los pelos de punta a cualquiera, sin importar su nacionalidad. La rigidez de los policías, el ambiente hostil que se puede llegar a sentir en la zona de migración y los nervios por pensar que te pueden tildar de ser sospechoso de algo, así no tengas nada por ocultar, son algunos de los sentimientos que se te generan mientras el avión está por aterrizar.
Hay muchos países en el mundo que tienen que pedir de manera obligatoria una visa para entrar a Estados Unidos. Pero hay ciudadanos de otras naciones que sí pueden transitar por el país norteamericano solamente mostrando el pasaporte de su nación de origen, como es el caso de los españoles.

Pero esto no te va a dejar exento de los rigurosos controles que se hacen en los aeropuertos, y de las extremas medidas de seguridad que toman las autoridades de ese país para evitar cualquier acción que pueda poner en riesgo la integridad de los millones de viajeros que llegan a la mayoría de sus ciudades principales.
Por más que no tengas nada que temer u ocultar, te puedes ocurrir situaciones de mucha tensión, como la que le ocurrió a un influencer español que estuvo muy cerca de ser detenido por una increíble razón: tener tatuajes.

1Sospechoso en Estados Unidos
EL tiotoker Pepe Jiménez aseguró que vivió momentos de verdadero terror cuando un agente de la policía de ese país empezó a examinarle sus tatuajes.
"Vio mis tatuajes de cuchillos en las manos, y también los de mi cuello, yo siempre me he tatuado de joda, pero cómo le explicas eso a un policía norteamericano", contó el influenciador entre risas y nervios.
Pero el susto más grande llegó a continuación, cuando el agente le preguntó si tenía más tatuajes. "Le conté que uno en la pierna y él me dijo que se lo mostrara. Cuando lo hice vio que tenía tatuada una frase que dice: odio a la policía, amo a las madres", narró.
Cuando Pepe creyó que posiblemente lo iban a detener por tener tatuada esta frase, el oficial simplemente le dijo que podía pasar. De esta manera pudo librar de una situación bastante incómoda y miedosa en Estados Unidos, un país al que es muy difícil entrar sin tener los nervios alterados.





