El uso del teléfono móvil mientras se conduce es una de las principales distracciones al volante y está detrás de numerosos accidentes en las carreteras españolas. Aunque pueda parecer una acción inofensiva, responder una llamada o utilizar el dispositivo de cualquier manera mientras se circula a altas velocidades puede tener consecuencias catastróficas. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), contestar una llamada a una velocidad de 120 kilómetros por hora implica circular sin prestar atención a la carretera durante 266 metros. Esto significa que, en un segundo de distracción, un conductor puede recorrer una distancia considerable sin estar plenamente consciente de su entorno, aumentando significativamente el riesgo de colisión.
4Otro factor a considerar
Es importante destacar que, con la entrada en vigor de la nueva Ley de Tráfico, está prohibido colocar el soporte en el parabrisas, ya que esto obstaculiza la zona de visión. Aunque el soporte sea homologado, su colocación en esta área del vehículo puede resultar en una multa de 100 euros. Además, es fundamental recordar que tampoco se permite utilizar el teléfono móvil detenido en un semáforo o en un atasco, porque, en ambos casos, se considera que el vehículo está en circulación a pesar de no estar en movimiento. La atención plena a la conducción es esencial en todo momento.