Las patatas al ajillo conforman una deliciosa (y muy apetitosa) opción para preparar nuestro estómago antes de los primeros platos, o como principal, por qué no. En ello, y más allá de que sean muy factibles para sacarnos de algún apuro, se ven muy bien para cualquier tipo de carne.
De hecho, es bastante común que nuestro plato de carne vaya acompañado previamente de una guarnición como son las patatas al ajilo. El secreto de las mismas no es otro que conseguir con ellas que estén tiernas por dentro y crujientes por fuera. Y a partir de ahí podemos hacer un plato más que sabroso y que nos salvará de cualquier apuro. Así puedes prepararlas.
7Picamos los ajos y mezclamos con el resto de ingredientes

Tras picar los ajos y añadirlos, lo que haremos será colocar en el vaso de la batidora o de la licuadora los ajos, el perejil, la sal y la pimienta al gusto. Enciende y tritura todos los ingredientes para que se integren. Vierte esta mezcla en un cuenco o un bol pequeño e incorpora el aceite de oliva. Remueve con un tenedor hasta que tengas una salsa homogénea y vuelve a rectificar la sal.
En caso de que no tengamos batidora o licuadora siempre podemos hacerlo agregando el ajo troceado a un mortero y pequeñas cantidades del perejil y ve machacando poco a poco. Luego mezcla con el resto de los ingredientes.