Las patatas al ajillo conforman una deliciosa (y muy apetitosa) opción para preparar nuestro estómago antes de los primeros platos, o como principal, por qué no. En ello, y más allá de que sean muy factibles para sacarnos de algún apuro, se ven muy bien para cualquier tipo de carne.
De hecho, es bastante común que nuestro plato de carne vaya acompañado previamente de una guarnición como son las patatas al ajilo. El secreto de las mismas no es otro que conseguir con ellas que estén tiernas por dentro y crujientes por fuera. Y a partir de ahí podemos hacer un plato más que sabroso y que nos salvará de cualquier apuro. Así puedes prepararlas.
3El secreto: cocer las patatas antes de freírlas

El secreto para cocinar la receta de patatas al ajillo está en cocer las patatas antes de freírlas. De esta forma se consigue que queden crujientes por fuera y blandas y sabrosas por dentro. No hay muchos más trucos más allá de esto.
Antes de hacer esta primera fase, que es básicamente lo que haremos a continuación, basta con que cortemos las patatas en panadera y las cocemos por un tiempo aproximado de unos 12 minutos, más o menos. El punto exacto lo elegimos nosotros.