El huevo es un ingrediente muy completo. Hasta hace poco se decía que no se podían comer más de dos huevos a la semana porque provocaban una subida del colesterol. Esta afirmación es falsa, ya que se ha descubierto que es uno de los alimentos más completos que están a nuestra disposición.
Sin embargo, está recubierto de una capa externa que no se puede comer, ya que produce daños en el organismo. A continuación, te desvelamos lo que le pasa a tu cuerpo si te comes la cáscara del huevo.
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LOS MATERIALES DE LAS CÁSCARAS DE HUEVO
La cáscara es la parte externa y dura del huevo que protege al interior de este alimento. Se trata de una matriz de proteína mezclada con compuestos minerales como carbonato de calcio. Dependiendo de cada especie, varía un poco la composición de las cáscaras pudiendo ser más frágiles o más fuertes. Sin embargo, a nadie se le pasa por la cabeza comerla, aunque puede caer en el alimento por accidente…
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EL PROBLEMA AL PELAR LOS HUEVOS COCIDOS
Si no has cocido los huevos correctamente, tendrás problemas para quitarles la cáscara. Por lo que la capa exterior se romperá en cachitos y alguno podría quedarse pegado a la clara. Sin que te des cuenta, podría acabar en el plato de comida. Por lo tanto, vas a tomártelos sin notarlo. Aunque si da la casualidad de que lo masticas, podrás echarlo antes de que acabe en el estómago…
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LA CÁSCARA DE HUEVO ES UN FOCO DE SALMONELA
El calor y los huevos no son buenos compañeros. Cuando está en su estado natural no hay problema, pero una vez cocinado podría hacer que te sientes mal. Y es que tanto la cáscara como el interior es el lugar donde reside la bacteria que produce la salmonela. Esta enfermedad produce trastornos intestinales entre otros molestos síntomas y el culpable es este alimento…
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LAS GALLINAS SON LAS PORTADORAS DE LA SALMONELA
Esta bacteria no viene de un mal tratamiento al huevo, sino que hay algunas gallinas que la transmiten. Pueden contaminar con salmonela el interior del huevo antes de que se forme la cáscara y la capa exterior si entra en contacto con algún lugar que la tenga. Por este motivo, los vendedores de huevos les someten a un tratamiento para eliminar todos los rastros de esta dolencia.
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LOS EFECTOS QUE CAUSA LA SALMONELOSIS
Los síntomas más habituales de contraer salmonela por una cáscara de huevo o su interior son malestar general, fiebre, diarrea, vómitos o calambres abdominales. Esta dolencia provoca que no puedas salir de casa, ya que te debilita y te genera cansancio. Los controles sanitarios hacen que sea muy difícil contraerla por estos medios. Aunque puedes caer en errores a la hora de cocinarlos…
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NO LAVES LA CÁSCARA DE HUEVO
Uno de los errores más frecuentes a la hora de manejar los huevos es lavar su cáscara. Aunque esté sucia, esta parte no entra en contacto con el interior del alimento, por lo que no es necesario pasarlo por debajo del grifo. Todo lo contrario, ya que esta acción puede resultar contraproducente puesto que la capa exterior es porosa, por lo que el líquido puede empujar a las bacterias o agentes patógenos al interior del huevo.
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NO CASQUES EL HUEVO EN LA SARTÉN
Otro gesto que puede hacer que contraigas la salmonela es romper el huevo en el borde de la sartén. Se podría caer algún trozo de la cáscara en su interior y contaminar la comida que estés preparando. A la hora de cascar el alimento, vigila que no se parta en muchos cachos, ya que se alguno podría acabar en el interior del recipiente. Si esto sucede, tienes dos opciones…
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¿QUÉ HACER CUANDO CAE UN TROZO DE CÁSCARA?
En el caso de que se te caiga un trozo de cáscara en el huevo en la sartén tienes dos opciones. La primera es desechar ese huevo para curarte en salud mientras que la segunda es cocinarlo hasta que adquiera una textura cuajada. La bacteria que genera la salmonela se muere cuando se superan los 70 grados, por lo que si vas a cocer el huevo o freírlo está prácticamente descartado que transmita la enfermedad.
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LOS OTROS USOS DE LA CÁSCARA DE HUEVO
Un uso desconocido de la cáscara de huevo es que ayuda a fortalecer las uñas debido a la gran cantidad de calcio que contiene. Tienes que machacar los cascarones en cachitos muy pequeños y añadirlos a tu esmalte de uñas. De esta manera, cuando te las pintes se volverán más fuertes de manera natural. En muy poco tiempo, notarás que dejan de estar débiles y quebradizas.
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TAMBIÉN SIRVE PARA LIMPIAR LOS JARRONES
Otra función muy útil con la que puedes aprovechar los restos de este alimento es como limpiador. Para limpiar tus jarrones de forma sencilla y eficaz, debes colocar la cáscara de huevo machacadas en su interior. Tienes que añadirle agua y vinagre. Entonces, tapa la parte superior del jarrón y agítalo fuertemente. De esta manera, tu jarrón va a quedar como los chorros del oro y no has tenido que sacar la suciedad de sus recovecos, ya que gracias a esta solución ha salido sola.
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