El duelo del Atlético de Madrid en Champions frente al Liverpool dejó varios frentes abiertos a los de Simeone. Salah, Diogo Jota, Firmino, Mané... Casi nada. Eso es a lo que tuvieron que medirse los rojiblancos. El problema es que lo hicieron notando diversas bajas importantes que agudizaron un poco más las dificultades que pudieran afrontar.
Uno fue Savic, que sigue arrastrando dos partidos de sanción todavía y un José María Giménez que, salvo milagro, estará fuera de los terrenos de juego unos cuantos partidos tras su lesión muscular con Uruguay, esto ocurrido en el último parón de selecciones. Pero eso no es todo, porque tal y como se vio en los partidos ante los 'reds', este Atlético de Madrid de Simeone tiene todavía unos problemas que no son fáciles de solucionar. Lo repasamos.
5Joao Félix no fue diferencial
La tensión defensiva de ambos delanteros rojiblancos brilló por su ausencia. Más allá de cuatro trotes cochineros, el Liverpool la sacó jugando a placer. Ya fuese Van Dijk con conducciones, Matip con pases o Trent Alexander-Arnold con un repertorio de pases y jugadas de talla mundial, el conjunto inglés se encontró con una autopista de diversos carriles para plantarse en campo rival en pocos pases.
La presión alta inicial se evaporó y el equipo de Klopp se asentó en terreno rojiblanco para no salir nunca más del mismo. En el caso de Joao Félix, vimos algo que ya es normal para muchos seguidores rojiblancos del Atlético de Madrid: el portugués no es diferencial.
En el 1-0 de Diogo Jota, miró a Alexander-Arnold, le dejó centrar con total libertad y dibujó un centro medido para que el luso anotase el primer tanto del encuentro. En ataque, ni rastro, puesto que no es el perfil más ideal para hacer daño al contragolpe. Asfixió a sus compañeros sin brindarles opciones lejanas para evadir la angustiante presión pospérdida local. Fue un problema para Simeone.





