Viaja a Asturias sin salir de Madrid: estos son los mejores cachopos

  • El cachopo es uno de los platos más populares de la gastronomía española: carne, jamón y queso, rebozado y frito.
  • Para que no te pierdas nada, aquí están los mejores de Madrid.

El cachopo es uno de los platos más amados. Es fácil de hacer, sabroso y además bastante económico. Este sandwich de filetes de ternera rellenos de jamón y queso, rebozados y fritos, no necesita nada más para ser perfecto. Sin embargo, a veces, conseguir el punto justo entre el crujiente del rebozado y la jugosidad de la carne no es tarea sencilla. Para que no te pierdas nada, aquí te dejamos los 5 mejores de Madrid.

Candela Restaurante

Candela Madrid
Candela Restaurante

Los amantes del cachopo están de enhorabuena: el de Candela Restaurante es sencillamente espectacular, tierno, que se deshace en la boca y con un sabor único. Situado en el barrio de Hispanoamérica, en Chamartín, este establecimiento rinde homenaje a la comida de siempre a través de un género de primera categoría y de recetas clásicas de las que gustan al público madrileño.

Entre ellas destacan las célebres albóndigas con colmenillas de Semon (prueba irrefutable de que en el diseño de su carta colabora el que fuera alma mater del desaparecido catering, José María Ibáñez), el cachopo, y unos impecables callos para comer con cuchara: limpísimos, con más morro que pata, el punto justo de picante y el caldo bien trabado con el colágeno de la carne. Querrás repetir.

Asgaya

Madrid
Asgaya

En 2011, Asgaya abrió sus puertas en el número 52 de la calle Doctor Fleming bajo el sello del empresario hostelero Manuel Fernández —asturiano de nacimiento y madrileño de adopción, es también propietario de las casas Vigamar’s y el Hórreo Asturiano— con el objetivo de homenajear la cocina asturiana y, en general, la norteña. Tras ocho años de andadura, este comedor se ha consolidado como una dirección de visita obligada entre el público del distrito de Chamartín gracias a una exquisita puesta en escena, a un servicio atento a los detalles y, sobre todo, a una oferta que revisa y refina las raíces del Principado.

En el recetario no faltan las especialidades más demandadas de Asgaya: las verdinas a la marinera al estilo tradicional, con productos del Cantábrico, la fabada —debidamente aligerada pero con todo el sabor de un complejo y trabajado fondo—, el cachopo al estilo Allande —elaborado con un solomillo de primera—, las célebres sardinas ahumadas al momento y los huevos rotos con carabineros. En el apartado de postres, se mantienen el arroz con leche requemado y la tarta fina de manzana, y entra la tarta de quesos asturianos (fresco y cabrales), muy cremosa, casi rota. En suma, respeto a la tradición y a los clásicos de la casa, una cocina sabrosa, alejada de experimentos y con los pies en la tierra, que permite disfrutar —tanto en su íntimo comedor como en su excelente terraza acondicionada de 100 metros cuadrados— de una de las gastronomías de más alto nivel de España.

El Hórreo

Restaurante
El Hórreo Asturiano

Estar como en casa. Así es como buscan en El Hórreo, con casi 14 años a sus espaldas, que se sientan sus clientes cada vez que cruzan la puerta de su restaurante, situado en Chamartín. Lo cierto es que lo han conseguido. Su clientela fija se ha convertido en una familia y los saludos, ahora marcando la distancia de seguridad, son habituales entre quienes se encuentran por casualidad. Buena comida y un trato al cliente impecable son los elementos que han terminado de auparle como el referente asturiano en Madrid.

Entre las carnes, imposible ignorar el cachopo de El Hórreo, emblema de la gastronomía asturiana. Abundante, tierno y servido con patatas fritas y pimientos del padrón, es una apuesta siempre segura. Igual que su chuletón de vaca, preparado sobre una piedra para que cada uno pueda decidir el punto de cocción.

La Madreña

Cachopo
La Madreña

Aunque está ubicada en el corazón de una de las principales arterias de la capital, cerca de la zona financiera de Nuevos Ministerios, frente a los hoteles Hyatt Regency Hesperia y Miguel Ángel, la terraza de La Madreña se presenta como un oasis en mitad de la vorágine urbana. La vegetación del propio bulevar en que se sitúa, la de los jardines del museo de Ciencias Naturales que actúan como telón de fondo y la que decora la terraza, un sofisticado sistema de mamparas y sombrillas de última generación que la insonorizan de la calzada y un animado hilo musical, contribuyen a crear una atmosfera única y a trasportar al comensal a otro lugar: a algún paraíso natural alejado del tráfico y el asfalto.

En su exclusiva y privilegiada terraza se ofrece una carta adaptada a la temporada en la que no faltan algunas de las especialidades más demandadas del restaurante como el pastel de cabracho al gratén de ajo negro, el chorizo a la sidra que elaboran durante 12 horas, las anchoas, las croquetas, la ensaladilla rusa con bonito del norte, la empanada casera, el calamar fresco de potera a la romana, los fritos de merluza de pincho de Burela a la romana con mayonesa o los cachopos gourmet de ternera asturiana con cecina y queso de la peral, de ternera asturiana con chorizo a la sidra y queso, de ternera asturiana con jamón y queso, de ternera asturiana con jamón y queso trufado y de ternera Black Angus. También se han incorporado platos veraniegos como el salmorejo de albahaca, la ensalada de perdiz escabechada o el bonito del norte –en plena costera– escabechado.

La Charca

Madrid
La Charca

Ubicada en el barrio de Argüelles, junto a la concurrida Plaza de España y el turístico Templo de Debod, La Charca es el último proyecto con el sello del hostelero Manuel Fernández, un empresario asturiano de nacimiento y madrileño de adopción que lleva toda una vida dedicada al mundo de la hostelería. Un espacio consagrado al cañeo y al picoteo en el que también se puede disfrutar de una cocina tradicional española honesta, sin florituras y con guiños a la cocina asturiana.

En este espacio además de acompañar el vino o la caña del aperitivo con las croquetas de La Charca, los fritos de pixin o las bolas de queso de cabra con cebolla caramelizada, se pueden degustar los sabores de siempre como el cachopo asturiano clásico hecho aquí con solomillo de ternera de D.O. Asturiana y al estilo de Allande (relleno de lacón cocido y tres tipos de quesos asturianos, secreto de la casa), la fabada asturiana como Dios manda, el rape asado con chipirón encebollado y su tinta, el arroz con bogavante y el risotto de hongos con foie braseado. Y como especialidad de la casa destaca un postre de toda la vida: el arroz con leche requemado o no.