Las albóndigas son perfectas para acompañar pasta, arroz o panes y terminar con un plato lleno de energía que te permita continuar tus actividades diarias. Lo mejor de este tipo de preparación, es que admite ser preparado con carne, pollo, o tal como será en este caso, con verduras. Y qué mejor verdura que la berenjena, cuya textura, consistencia y sabor combina con todo para hacer las más deliciosas albóndigas.
Esta receta es sumamente nutritiva y apta para todos en la familia; además, al no contener carne, es fantástica para vegetarianos. Y si bien, entre sus ingredientes lleva huevo, al reemplazar este por aquafaba tienes entonces un plato 100% vegano. ¿Te animas a prepararlas?
[nextpage]
La berenjena como sustituto de la carne
Si bien la berenjena puede pasar como sustituto de la carne, debes saber que su aporte de proteínas es realmente bajo, por lo que si decides utilizarla con frecuencia, deberás acompañarla de ingredientes que aporten una buena cantidad de proteínas de origen animal o de proteína vegetal.
La berenjena es rica en agua, fibra y también tiene un gran poder saciante; por esta razón es ideal para bajar de peso. Sin embargo, tal como te he comentado, si bien, puedes usarla para sustituir la carne en algunas recetas, tal como en estas albóndigas, debes complementar con proteínas adicionales para lograr una nutrición adecuada.
[/nextpage][nextpage]
Así se hacen las albóndigas de berenjena
La preparación de las más ricas albóndigas de berenjena consta principalmente de tres partes: la cocción de la hortaliza es primordial para tenerla perfecta para formar las albóndigas. Posterior a su cocción, se hace una especie de puré que es enriquecido con algunos ingredientes y finalmente se fríen para lograr un plato rico y muy nutritivo.
Si hay algo que hace aún más especial a este plato, es que tal como verás, los ingredientes necesarios son pocos, económicos y los consigues en cualquier mercado.
[/nextpage][nextpage]
Ingredientes para unas albóndigas de berenjena fenomenales
Como te venía comentando, con pocos ingredientes podrás realizar un plato realmente fantástico. Busca lápiz y papel, toma nota y pasemos al paso a paso que te sorprenderá por su sencillez.
Necesitas estos ingredientes: una berenjena grande, 50 gramos de cebolla, un diente de ajo, dos cucharadas de miga de pan, una cucharada de aceite de oliva, ½ litro de aceite de girasol, un huevo, pimienta y sal a tu gusto.
[/nextpage][nextpage]
Comienza picando los ingredientes
Tal como sucede con la preparación de cualquier plato, tener los ingredientes picados y ordenados agilizará el tiempo.
Comienza retirando la piel a la cebolla y pícala finamente. Con la berenjena debes hacer lo mismo. Si bien, algunos platos con esta hortaliza la requieren con su piel, en este caso es mejor pelarla y cortarla en pequeños cubos.
[/nextpage][nextpage]
Prepara un sofrito
Coloca al fuego medio una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente añade la cebolla finamente picada y el diente de ajo triturado.
La cocción de este sofrito debe ser pausada, de esta forma la cebolla se cocinará perfectamente quedando finalmente de un color traslúcido y bastante tierna.
[/nextpage][nextpage]
Añade la berenjena al sofrito
Cuando notes que la cebolla está perfectamente cocida, incorpora la berenjena picada en pequeños cubos. Debes cocinarla hasta que esté completamente tierna y tornándose de un color dorado. En el momento que esté lista, retírala de la sartén.
Recuerda, que siempre que cocines berenjena lo más recomendable será que la dejes reposando un tiempo prudencial espolvoreada con sal. De esta manera lograrás eliminar el gusto amargo que contiene.
[/nextpage][nextpage]
Procesa la berenjena
Cuando la berenjena esté completamente cocida, será el momento de triturarla y formar una especie de puré.
Vierte todo el contenido de la sartén al vaso de la batidora y procesa hasta que logres disolver todo lo más finamente posible. Cuado sientas que ya está bien triturado y no se perciben trozos de cebolla o berenjena, deja de procesar para añadir el resto de ingredientes que darán consistencia para formar las albóndigas.
[/nextpage][nextpage]
Añade los ingredientes faltantes
Vierte la berenjena triturada en un bol e incorpora el huevo, la miga de pan, sal y pimienta a tu gusto e integra todo hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
En el caso de ser una preparación 100% vegana, añade un poco de aquafaba para sustituir el huevo. Con un par de cucharadas será más que suficiente. (la aquafaba es el líquido en el que vienen los garbanzos enlatados, el mismo que queda luego de preparar unos garbanzos en agua y que es utilizado como sustituto del huevo en múltiples preparaciones veganas, como crepes sin huevo y merengues dulces)
[/nextpage][nextpage]
Reposa la masa
Una vez que esté lista la masa para hacer las albóndigas, lleva esta a un plato, tápala con un trozo de papel film e introdúcela en la nevera por al menos una hora.
El proceso de reposo de la masa es necesario para que la mezcla tome consistencia y se puedan formar las albóndigas con mayor facilidad.
[/nextpage][nextpage]
Dale forma a las albóndigas, fríelas y disfrútalas
Transcurrida la hora de reposo, la masa estará en perfecta consistencia para poder darle forma y llevarlas a freír. Toma pequeñas porciones y dales la forma de albóndiga. Coloca una sartén al fuego y vierte una cantidad abundante de aceite de girasol. Este será de sabor suave, pero si prefieres el de oliva virgen extra, puedes usarlo.
Cuando el aceite esté caliente coloca las albóndigas a freír hasta que estén doraditas, sácalas con la ayuda de una espumadera y déjalas sobre papel absorbente para que escurran el exceso de grasa. Sírvelas acompañadas de una rica salsa de mostaza y miel, o unos tomates fritos. No extrañarás a las tradicionales albóndigas de carne y amarás para siempre a la berenjena.
[/nextpage]
