El rey Juan Carlos tiene miedo al destierro. ¡Quién nos iba a decir que íbamos a presenciar lo que estamos viviendo con la Familia Real! Desde el escándalo en de Botsuana aquel 13 de abril de 2012, la imagen del padre de Felipe VI ha ido en picado.
Una vez más, y sin ser machistas ni feministas, se cumplía la premisa de que una persona despechada podía dinamitar cualquier relación y ver como un hombre (tras el despecho), acabara con imputacionesde por medio y con los pies en la cárcel...
1El despecho ha dinamitado relaciones que han acabado en imputaciones, cárcel y destierro

Y si no que se lo digan Julián Muñoz, el famoso edil de Marbella que -por su infidelidad con Isabel Pantoja- su mujer sin quererlo le puso a los pies de los caballos y... acabó en prisión. Mayte Zaldívar le condenó al hablar de aquellas bolsas de basura llenas de dinero. Pero no es el único caso.
Algunos de los más famosos narcotraficantes han acabado en prisión por ‘culpa’ de sus parejas o amantes. O incluso, el mismo abogado, Emilio Rodríguez Menéndez, aunque en este caso no fue un despecho. Después de escapar de la justicia española, emprendió rumbo al otro lado del charco. Una llamada de su pareja a su madre, fue lo que hizo que le encontrara y acabara en la cárcel.
Rodríguez Menéndez y la masajista Vanessa Palomar, con quien se casó en mayo de 2005, habían llegado a la capital de Paraguay, Asunción, el 23 de agosto y se hospedaron durante una semana en el hotel Guarany, donde fueron localizados y se les llegó a comunicar las órdenes de captura y de extradición cursadas por la Interpol y la Justicia española, sin que se pudiera evitar de nuevo su huida.