Hay cientos, tal vez miles, de trabajos prescindibles. Esos trabajos que, cuando llegan los momentos difíciles, de vida o muerte, se revelan como trabajos innecesarios. La sociedad podría dejarlos de lado y todo seguiría más o menos igual. No sucede eso con las enfermeras, y lo hemos visto estos últimos meses.
Los profesionales sanitarios, junto a otro puñado de trabajadores, han demostrado ser los verdaderamente indispensables. Pocos trabajos tan duros, y a la vez tan gratificantes, como los suyos. El de enfermera puede ser un trabajo sucio en ocasiones, poco considerado incluso e ingrato muchas veces. Pero absolutamente imprescindible.
8Jubilación
Lo penoso de sus condiciones laborales no eran solo las larguísimas jornadas. Por si eso fuera poco, las enfermeras debían guardar una buena cantidad de dinero para poder vivir tras su jubilación. Aproximadamente, el 50% de su sueldo se lo guardaban para no convertirse en una carga en el futuro.