Igualdad avisa de un aumento de los partes de lesiones a mujeres en la desescalada

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, alertó este miércoles de un aumento en los partes de lesiones a mujeres en la desescalada. Además, augura un “repunte de la violencia física” por la pérdida de control de los agresores sobre sus víctimas una vez acabado el confinamiento.

“Para la violencia de género no se ha acabado la alarma”, alertó Rosell en una comparecencia telemática ante los medios de comunicación para alertar de un aumento de la violencia hacia las mujeres. En el mes de junio, el 016 ha recibido un total de 8.486 avisos a través de sus distintos canales, lo que supone un 43% más que en el mismo mes de 2019.

Esto quiere decir que en el mes de junio se han recibido un 2,9% más de alertas que en mayo. Además, lo que más crecen son los avisos a través de lo que denominan “medios silenciosos” como el ‘Whatsapp’ para denunciar casos de violencia machista (682 916 136) o el 016 ‘online’.

“En la desescalada, aunque no tenemos los datos, lamentablemente parece que, con los hechos y sucesos que vamos conociendo de agresiones graves, se van a incrementar los casos de violencia”, aseguró la delegada del Gobierno.

Además, señaló que el Observatorio de Salud de las Mujeres ha detectado un incremento notable de los partes de lesiones a mujeres, lo que apuntaría a un aumento de los casos de violencia machista.

Durante el estado de alarma se recibieron 8.412 alertas de casos de violencia de género y se detuvo a 7.290 personas. Además, se realizaron 245.000 actuaciones preventivas de protección a víctimas mediante visitas y vigilancia domiciliaria, según explicó Victoria Rosell.

EL “CONTROL” LIMITA LAS DENUNCIAS

Preguntada por el descenso de denuncias de casi un 10% en el primer trimestre de 2020 respecto al año anterior, según datos del Consejo General del Poder Judicial, la delegada del Gobierno manifestó que ha habido menos denuncias durante el confinamiento por el “control” que ejercen los agresores sobre sus víctimas.

“Las mujeres han sufrido mucho control por parte de su agresor, con el que ha vivido las 24 horas del día. Es en la desescalada cuando el agresor tiene una percepción de pérdida del control sobre las mujeres y podemos tener un repunte de violencia física”, explicó Rosell, que añadió que el descenso también responde a que “muchas mujeres han visto limitado su acceso a los puntos de denuncia” en la cuarentena.

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