El 79% de los docentes reclaman guías de actuación de calidad que respondan a multitud de cuestiones para afrontar el próximo curso con garantías tras el atípico fin de curso por el Covid-19.
Están preocupados por saber, por ejemplo, qué distancias deben mantener en los centros, qué recursos sanitarios se implantarán o cuánto personal de limpieza será necesario.
Es una de las conclusiones que se expusieron este viernes en el encuentro digital ‘Los retos del próximo curso escolar’, en el que se presentó un estudio ‘Panorama de la educación en España tras la pandemia del Covid-19: la opinión de la comunidad educativa’, impulsado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), BBVA y elaborado por investigadores de la Universidad de Granada, la Universidad de Málaga y miembros del Observatorio de la Infancia de Andalucía. El estudio se ha basado en 5.179 cuestionarios a alumnos, docentes y familias de toda España y de diversos perfiles y en las conclusiones de 12 grupos de discusión con docentes, familias y estudiantes.
Fernando Trujillo, profesor de la Universidad Granada y coordinadores de la investigación, aseguró que el 1 de septiembre tienen que estar solucionadas cuestiones que ha planteado la crisis del coronavirus en la educación: necesidad de personal, recursos didácticos e higiénico sanitarios; estrategias de coordinación y planificación escolar; atención a la diversidad; aumentar la participación de las familias y garantizar la conciliación.
El investigador también hizo referencia a que el 67,2% de los profesores encuestados ven con preocupación el uso educativo de dispositivos en el hogar y de las competencias para educar en formato híbrido; y que el 78,3% se muestra incertidumbre por el ajuste de tiempos y espacios a la nueva situación. “La presencialidad no va a eliminar el riesgo de virus. Puede haber un momento que haya que volver al confinamiento”, añadió, planteando la cuestión de “cómo vamos a seguir ahí con la enseñanza”.
Según el profesor, el estudio revela también que hay un “clamor” por mejorar las infraestructuras y que “la principal fortaleza del sistema educativo español es el profesorado”, que ha sido “el que ha inventado este nuevo sistema educativo” a raíz de la crisis del Covid-19, cuando “nadie ha dicho cómo hacerlo”.
Asimismo, la principal preocupación de los profesores de cara a septiembre es “recuperar la motivación por el aprendizaje”; pero también la gestión de mociones y habilidades sociales, sobre todo en las etapas de infantil y primaria; y la autogestión de procesos de aprendizaje y uso de las TIC, en las etapas superiores y en “la gran olvidada”, la educación de adultos.
En este punto, Trujillo se refirió al anuncio de la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, de incluir en su reforma educativa el “ajuste del curriculum a las necesidades del alumnado”, dejar a un lado el aprendizaje “enciclopédico” para dar paso a una educación “en competencias” y trabajo práctico.
Para todo ello, el experto llamó a impulsar “alianzas poderosas” entre instituciones para la educación “a medio y largo plazo”. “La inversión en educación genera riqueza. No sólo hoy a través de contratación de personal o construcción de nuevas unidades. Sobe todo mañana. No podemos ahora pensar que invirtiendo en lo más cortoplacista vamos a conseguir crear una sociedad mejor para el futuro. La clave es la educación, no entendida sólo como actividad de los docentes, sino como responsabilidad social que nos compete a todos: padres, docentes, profesionales, representantes políticos”, aseguró.
PALANCA PARA CAMBIAR EL MUNDO
Durante la presentación, el Director Global de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, apuntó que “la educación es la mayor palanca para cambiar el mundo” e insistió en que el Covid-19 ha planteado “grandes retos” al sistema educativo en cuestiones como la conexión, la falta de dispositivos y competencias digitales, la motivación de los alumnos, la inclusión de los más vulnerables y la resiliencia de los educadores.
La directora general de Fad, Beatriz Martín Padura, aseguró que “estamos en un momento clave para despejar enormes incertidumbres”. “Hay que hacer cambios estructurales profundos. No se trata de poner parches sino de acometer una verdadera transformación. Y para eso nos tenemos que poner a trabajar todos”, aseveró, llamando a que los jóvenes se comprometan con la educación de forma colectiva como ha ocurrido con el cambio climático.
Finalmente, en la presentación participó la directora técnica de FAD, Eulalia Alemany, que dijo que las prioridades son “adaptar los centros a la nueva realidad”, la reducción de la brecha de uso digital; dar apoyo a las familias vulnerables y reducir la brecha de acceso a las nuevas tecnologías. Alemany subrayó que un cuarto de la población española está en riesgo de exclusión social, que la mitad tiene competencias básicas digitales, y que la brecha de acceso a las tecnologías ronda el 10% de la población escolar.
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