Sánchez llama a decir “no” al “veneno del odio” y a evitar el “insulto y la provocación»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pidió este miércoles decir “no” al “veneno del odio» y evitar el “insulto y la provocación”. De ese modo, hizo un llamamiento para «aparcar la mezquindad” de la esfera política y trabajar “todos juntos” durante los próximos meses con el fin de afrontar la situación generada por la crisis del Covid-19.

Así lo dijo desde la tribuna del Congreso durante su intervención inicial para solicitar la sexta y última prórroga del estado de alarma en la que defendió este instrumento como el más eficaz para combatir la pandemia del Covid-19.

En este sentido, el presidente sostuvo que el estado de alarma “nunca” ha sido un “capricho” del Gobierno y que con su aplicación “no ha tenido otro objetivo que el de controlar el virus para salvar vidas”.

Adelantándose a los que “a buen seguro” cuestionarán el uso sobre el estado de alarma que ha realizado el Ejecutivo, Sánchez comentó que “algunos dirán que este supuesto malvado Gobierno” lo ha hecho para hacer “recortes” en libertades o para “sustraer” poder autonómico. “Nada más lejos de la realidad”, aseveró Sánchez ante las previsibles críticas desde el Partido Popular, Vox y algunas formaciones nacionalistas e independistas.

En su largo discurso, el presidente sostuvo que el “horizonte que nos aguarda” es un escenario de “suficiente trascendencia” como para “aparcar la mezquindad y la irrelevancia de la pequeña política” y trabajar “todos juntos” con la “mejor” de las disposiciones como líderes y representantes políticos del país.

«OLVIDEMOS LA CRISPACIÓN»

Así, abogó por el trabajo conjunto de manera que «nuestras diferencias sirvan para elaborar mejores propuestas, no para alejarnos más», porque el país «necesita soluciones urgentes». «Trabajemos con urgencia y con responsabilidad» y por el «bien común y olvidemos la costumbre de la crispación». «Trabajemos desde la misma bandera», proclamó.

A este respecto, comentó que «la bandera es la bandera de todos» porque representa «nuestra historia, nuestros descubrimientos, nuestra literatura, nuestro paisaje y nuestro patrimonio; y, sobre todo, nuestra voluntad de vivir juntos y de conformar un proyecto de país».

«Nadie está fuera de la bandera. Y nadie tiene el derecho de usar la bandera contra otro compatriota. En esta Cámara tenemos modelos diferentes -a veces antagónicos- de concebir el país y de planear su futuro, pero todos ellos son España», trasladó.

Asi mismo, pidió que «no usemos el nombre de España en vano». «No empleemos para dividir ninguno de los símbolos que fueron creados para representar lo que nos une. Que es mucho, mucho más de lo que nos separa».

En este sentido, el presidente alertó de que «el veneno del odio es el veneno más dañino porque corroe las sociedades y aniquila las comunidades» y, por tanto, pidió a todos que «digamos ‘no’ al veneno del odio, a la violencia física, a la verbal». «No al insulto. No a la provocación», concluyó.

“El enemigo es el virus y la política debe servir para combatirlo unidos” por lo que “no puede ser el pretexto para dividir y combatir al adversario”, reflexionó Sánchez un discurso en el que lamentó que esa situación la “estamos sufriendo también” en España donde se está utilizando el virus en la política.

Lamentó también que se esté “utilizando a las víctimas como arma arrojadiza o apropiándose de una bandera que es la bandera de todos y que ondea a media asta en el luto oficial más prolongado de la historia de nuestra democracia”. “No lo olvidemos nunca”, recordó.

Además, reconoció “la impaciencia de los actores económicos” para recuperar la situación tras el parón por el confinamiento, “pero no hay elección entre salud y negocio” ya que “sin salud pública no hay negocio que dure abierto al público”, remachó.

Así, defendió que, superada la crisis sanitaria, todos los esfuerzos se centraron en “no dejar a nadie atrás” y, por eso, desde el pasado 29 de mayo “España ha ganado en justicia social, pero sobre todo ha ganado en decencia. No se trata de que una parte de nuestro país sobreviva. Se trata de que España viva con dignidad. No es caridad. Es protección. No es compasión. Es justicia y decencia”.

De esta manera ensalzó la aprobación del Ingreso Mínimo Vital que, según Sánchez, supone el pilar fundamental para la Reconstrucción Social, sin olvidar que, en paralelo, debe discurrir la Reconstrucción Económica.

«Hablamos de emergencia sanitaria pero la emergencia real es la emergencia climática que tenemos que dar respuesta. El país que necesitamos es el de la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres y yo lo digo alto y claro ¡Viva el 8 de marzo!», gritó Sánchez despertando los aplausos de los parlamentarios socialistas y de Unidas Podemos.

LEY CONTRA REBROTES

En su intervención, el presidente avanzó que el Consejo de Ministros del próximo martes aprobará un real decreto ley que regulará la llamada nueva normalidad en la que vivirá España una vez se culmine la desescalada tras la pandemia del Covid-19.

Comentó que esa nueva norma “recopila todas las medidas de prevención, contención y coordinación” para hacer frente a la crisis sanitaria del coronavirus cuando expire la vigencia del estado de alarma.

Explicó que estas medidas se abordarán en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que se dan cita el Gobierno y las consejerías de sanidad de las CCAA.

El objetivo es, dijo, “aunar en una sola norma” las medidas sanitarias que se mantendrán hasta que haya una vacuna o un tratamiento eficaz que permita recuperar los hábitos anteriores “con toda seguridad” y “evitar el riesgo de un rebrote” de la pandemia.

SERVIMEDIA