Análisis Fury Unleashed: Ira descafeinada en un indie bastante entretenido

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Aunque pareciera que hoy en día los grandes estudios nos tienen acostumbrados a la inexistencia de juegos que no están clasificados dentro del espectro “Triple A”, los pequeños grupos Indie nos sorprenden de vez en cuando con algún que otro juego para romper la rutina de los grandes lanzamientos, en su mayoría, n-ésima secuela del original.

En este caso, bebiendo de las fuentes proverbiales de clásicos como Metal Slug y otros muchos Run n’ Gun, Awesome Games Studio nos trae un pequeño remix con tintes de procedural, que si bien puede volverse repetitivo con el tiempo, nos ofrecerá horas de entretenimiento de lo más curioso.

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Controlando la furia

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El esquema de controles de Fury Unleashed, a pesar de parecer a primera vista caótico, tiene una curva de aprendizaje bastante accesible, y gracias a sus múltiples modos de activar diversas acciones, puede adaptarse a diferentes tipos de jugador sin llegar a obstruir la fluidez del gameplay, que al fin y al cabo, es una de las principales tareas de un sistema de control: el equilibrado entre la variedad de opciones disponibles para el jugador y la rapidez y fluidez con la que estas pueden ser ejecutadas.

Y es que, en un juego de este tipo en el que a medida que avanzas te enfrentas cada vez a un mayor número de enemigos más resistentes, lo primordial es no quedarse atascado pensando “¿Y cómo se lanzaban las granadas?” o “¿No había un movimiento especial por alguna parte?”

El desarrollo del gameplay es bastante sencillo: Dispara con el gatillo derecho en línea recta si quieres concentrarte en otras habilidades, o utiliza el stick para dirigir hacia donde quieres disparar con tu arma principal. El resto de habilidades y acciones llegarán naturalmente en el momento en que las necesites, creando un flujo de movimientos cómodos y naturales para que podamos concentrarnos en esquivar los múltiples proyectiles que se dirigen hacia nosotros en momentos dados.

Si Ejecutamos combinaciones de muertes sin recibir daño en un periodo de restricción de tiempo, conseguiremos recompensas cada vez mayores, que nos permitirán mejorar las capacidades de nuestro héroe y nuestro armamento personal, lo que consigue enganchar al jugador y acelerar el gameplay hasta límites insospechados en niveles más avanzados.

Como en todo buen Run n Gun, la dificultad, ya por si misma bastante elevada, se incrementa a medida que avanzamos en el juego. Una vez cumplamos ciertos requisitos, podremos desbloquear modos más difíciles, mejorando la rejugabilidad del título, que básicamente se convertirá en una pesadilla. Afortunadamente, también contamos con un modo “Fácil”, ideal si no estás familiarizado con este tipo de scrollers en 2D, que ponen a prueba tus reflejos y tu capacidad de analizar amenazas de un solo vistazo. La dificultad del mismo también puede ser ligeramente ajustada en los ajustes de control, con el disparo automático, o el nivel de puntería asistida (Os reto a desactivarlo todo)

 

A su vez, el título permite que compremos mejoras para nuestro héroe utilizando la moneda del juego, que conseguiremos derrotando enemigos y avanzando en los niveles disponibles, consiguiendo de este modo que no desesperemos si llegamos a un punto muy complicado.

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Desafortunadamente, aunque se incluye un Coop local, el juego carece de un modo cooperativo multijugador a través de Xbox Live, algo que sin duda alguna habría sido todo un acierto, y que resta atractivo al resultado final, que sería más disfrutable si pudiésemos incorporar a nuestros “colegas de batalla” a la acción.

 

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