La ONCE ha elaborado una guía de recomendaciones indispensables para garantizar la seguridad en la vuelta a la actividad personal, económica y social de las personas ciegas o con grave discapacidad visual, con consejos sencillos y útiles sobre higiene y distancia de seguridad.
Según la ONCE, el distanciamiento social puede resultar «especialmente difícil de mantener» para las personas ciegas, con lo que llama al resto de la ciudadanía a ayudarles en este terreno.
La guía responde a las dudas detectadas por los profesionales de la Organización que cubren los servicios de atención y autonomía personal -psicólogos, trabajadores sociales, voluntarios, técnicos en rehabilitación, instructores de tecnología adaptada, etc-.
En cuanto al distanciamiento social, destaca que «el control visual es fundamental» para su mantenimiento, por lo que «la protección depende en muchos casos del resto de personas del entorno».
Asimismo, reconoce que el uso del tacto y del oído tienen un mayor protagonismo en el día a día de estas personas, «sentidos cuyo uso es más complicado en la situación actual».
BIENES Y SERVICIOS
La guía está dividida en diferentes apartados y arranca con el más elemental de todos, el de la higiene, que se ajusta a las instrucciones de carácter general difundidas por las autoridades. En el caso concreto de las personas ciegas, incluye la recomendación de no depositar el bastón, el móvil o los apoyos ópticos y tiflotécnicos sobre mesas, no prestárselos a nadie y utilizar una bolsa para guardarlos separados en el bolso o mochila.
En el apartado de desplazamientos, además de establecer esa distancia personal mínima de dos metros, aconseja circular por aceras amplias, por la derecha y cerca de la pared, reduciendo la velocidad en zonas concurridas y usando sonidos como aviso (bastón o voz), entre otras.
La ONCE recomienda a sus afiliados tomar la iniciativa para pedir ayuda o información, solicitarla con indicaciones claras y concisas y, si se precisa contacto físico, usar la técnica de guiado con el brazo extendido (en vez de la habitual, con el brazo pegado al cuerpo). Asimismo, recomienda utilizar pañuelos, gel o guantes antes de iniciar el acompañamiento, para la seguridad de ambos.
La guía recoge también recomendaciones en el uso del transporte público, tales como comunicar al conductor la parada deseada y pedirle que abra, para no tocar botones, barras y otros elementos; tratar de usar asientos reservados a personas con discapacidad y preguntar al conductor si están libres, a fin de evitar desplazamientos dentro del autobús, y utilizar, siempre que se pueda y estén disponibles, las aplicaciones móviles accesibles para gestionar los viajes y avisos.
Otro de los apartados está dedicado a las gestiones y compras, y en él se aconseja recurrir a los sistemas online o telefónicos para sustituir todas las gestiones que conlleven manipulación (cajeros, pagos, compras…), así como recurrir a los establecimientos de compra más próximos, llevar la lista preparada y, si es posible, hacer el pago con tarjeta o móvil.
Para garantizar la seguridad en el entorno laboral, la ONCE aconseja utilizar el bastón en desplazamientos interiores (y mejor uno distinto al usado en la calle); evitar los contactos con elementos comunes como máquinas de café, ascensores u otros, y mantener la extrema higiene, así como el orden para localizar mejor los objetos y tocar menos.
También se contemplan medidas a la hora de acceder a la información, entre ellas desinfectarse las manos antes y después de leer carteles o botoneras en braille. En caso de tener resto visual funcional, se recomienda utilizar telescopios, aplicaciones móviles o fotos ampliadas para evitar acercarse.
PERSONAS SORDOCIEGAS
Por último, la guía dedica un apartado especial a las personas sordociegas, entre cuyas recomendaciones incluye extremar la limpieza de manos antes y después de una posible comunicación táctil y realizar ésta de forma lateral y no frontal. También apuesta por el uso obligatorio de mascarilla, dado que las distancias son más cortas, aunque contempla la opción de retirarla para la lectura de los labios si la persona conserva resto visual.
En el caso de la comunicación verbal desde cerca, se debe hablar desde atrás al oído y no de frente, siempre que no se precise el apoyo visual para la comunicación. Si se utiliza el deletreo en palma, sistema dactilológico o lengua de signos apoyada táctilmente, debe hacerse de forma lateral y no frontal,y para la relación con terceros, se aconseja escribir en un papel, en el móvil o en una tablilla de comunicación.
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