Decenas de sacerdotes prestan asesoría espiritual por teléfono con la crisis del Covid-19

Decenas de curas de toda España, de ciudades y pueblos, diocesanos, de movimientos y congregaciones religiosas, capellanes de universidades, seminarios, colegios y hospitales, se ofrecen en una web para prestar acompañamiento espiritual a quienes lo precisen durante el confinamiento por el Covid-19. La propuesta se suma a otras de diócesis y parroquias para combatir la soledad y cubrir las necesidades religiosas en esta crisis.

La iniciativa ‘hablaconunsacerdote.com’ está impulsada por dos jóvenes, Patricia Domínguez y Manu Arianoff, que detectaron la necesidad de ese apoyo telefónico religioso “adaptado a los tiempos tan difíciles que vivimos”.

«Desde que empezó el confinamiento vemos que hay muchas personas que mueren solas, gente que afronta el duelo en soledad, personas que no pueden acompañar a sus seres queridos, enfermos aislados en los hospitales y en su casa. Hay muchas personas que tienen encima una carga que no pueden llevar solos y necesitan saber que la Iglesia y sus sacerdotes están con ellos. Estos sacerdotes dan esperanza y consuelo», señalan a Servimedia los responsables de la web, creada a través del teletrabajo, pues los jóvenes residen en Madrid y Barcelona, respectivamente.

Entre esos colectivos a los que está enfocada esta herramienta espiritual, precisó Arianoff, están las personas con discapacidad. De hecho, varios de los sacerdotes que ofrecen su apoyo telefónico trabajan de forma cotidiana con fieles con diversas discapacidades.

«La verdad es que tenemos sacerdotes muy sensibilizados con la discapacidad, bien porque peregrinan habitualmente con la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid o porque ejercen como Consiliarios de la Pastoral del Sordo de Barcelona, de la ‘Frater’ (Fraternidad Cristiana de las Personas con Discapacidad) o la propia hospitalidad. Creemos que esto genera confianza también en personas con discapacidad, hablar con sacerdotes familiarizados con su realidad. De hecho, algunos han solicitado cita a través de la web con sacerdotes que conocían ya previamente de alguna peregrinación o actividad», expone Arianoff.

En apenas dos semanas desde que comenzó a funcionar, la plataforma ya ha superado la gestión de 250 citas y cuenta con unos 40 perfiles de curas de toda la geografía española, aunque en estos días se está duplicando la oferta por los muchos sacerdotes que se han interesado en colaborar con la iniciativa y podrían asesorar por teléfono en breve.

La sencillez de la web persigue «que todo el mundo pueda tener la posibilidad de contar con el acompañamiento de un sacerdote, especialmente pensando en aquellas personas mayores, muchas veces sin saber cómo funciona la tecnología o las videollamadas», precisaron sus impulsores.

Así, a través de la web se accede directamente a un listado de asesores espirituales y se puede escoger a uno de ellos para reservar cita con él. Una vez hecha la reserva, el interesado recibe en su móvil un SMS de confirmación de la cita y cuando llegue el momento, el sacerdote le llamará para una conversación que podrá durar como máximo, una hora.

CITAS PARA FAMILIARES

«Reserva mucha gente que pide citas para familiares que están en hospitales o en casa para acompañarles en su enfermedad e incluso para acompañarles a morir, teniendo antes una conversación con el sacerdote», cuentan los creadores de la página.

Asimismo, están llamando profesionales sanitarios que lo están pasando mal, que no saben a quién contar la dureza de determinadas situaciones o gente que antes llevaba una vida activa y busca orientación para la cuarentena. Entre los solicitantes, añaden, también hay personas que simplemente necesitan alguien para hablar y rezar y jóvenes que llaman con inquietudes vocacionales.

Patricia Domínguez y Manu Arianoff también destacan el agradecimiento de los propios sacerdotes «por poder seguir realizando su labor en unos días en los que tienen que estar en casa sin poder atender a la gente».

En el listado hay curas de un perfil variado, pues tienen distintas edades y formación, atienden parroquias de Palencia o Jaén, pero también de Madrid, Vigo o Barcelona; proceden del ámbito diocesano o misionero o de congregaciones y movimientos como el Opus Dei o los Legionarios de Cristo; que trabajan en campus universitarios o atienden a varios pueblos. Pero todos coinciden en dedicar un rato a ayudar espiritualmente a una persona que lo precise en esta situación de confinamiento provocada por la pandemia del Covid-19.

Uno de esos sacerdotes es Víctor Hernández, capellán del Hospital La Paz de Madrid, que fue nombrado ‘Misionero de la Misericordia’ por el Papa. Hernández relata que, en el caso de personas enfermas que no pueden contar con el auxilio espiritual de un sacerdote, pueden «rezar con ellas, aplicarles la bendición apostólica y conceder la indulgencia plenaria que ha concedido el Santo Padre».

Otro es el Guillermo Cruz, consiliario de la Espiritualidad de Lourdes de Madrid, acostumbrado a dar alegría y esperanza a enfermos y personas con discapacidad. «Desde la Hospitalidad de Lourdes de Madrid hemos ofrecido desde el primer momento esta plataforma a nuestros peregrinos, sus familiares y amigos, para facilitar el acceso al acompañamiento espiritual a todos aquellos que lo requieren en estos días. Está siendo una experiencia reconfortante seguir estando cerca de las personas durante esta crisis que vivimos», explica.

También dice que «está siendo un servicio muy reconfortante» el padre Javier Medina, consiliario diocesano en Madrid de la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad. «Las personas reciben consuelo espiritual a través de nosotros, los sacerdotes. De hecho, las personas con las que he hablado se muestran muy agradecidas y quizás aún más los que tienen algún tipo de discapacidad, pues esta plataforma les da autonomía para concertar sus citas», subraya.

EN LENGUA DE SIGNOS

El consiliario de la Pastoral del Sordo en Lengua de Signos de Barcelona, Xavier Pagés, utiliza las tecnologías para llevar consuelo espiritual a las personas con discapacidad auditiva. “Durante estos días hemos podido seguir atendiendo a personas con distintas discapacidades gracias a la tecnología, ya sea por teléfono en el caso de personas con problemas de visión, o por videollamada con lengua de signos en el caso de personas sordas”, indica.

Pagés recuerda a Servimedia que ha acompañado espiritualmente a personas en diferentes situaciones: «Desde personas aisladas que simplemente buscan respuestas y conversar un rato, hasta personas en sus últimos momentos con quienes hemos podido rezar, realizar un acto de contrición y dar la bendición apostólica con la consecuente indulgencia”.

SERVIMEDIA