Extremadura es una de las cinco comunidades de España que cumplen con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de disponer de cinco plazas residenciales por cada cien ciudadanos mayores de 65 años.
En concreto, la región extremeña cuenta con 6,49 plazas, según el informe de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. Por lo tanto, es la tercera comunidad autónoma en número de plazas residenciales tras Castilla León y Castilla-La Mancha.
El informe reclama 70.000 plazas residenciales más, ya que la población envejecida ha crecido a un ritmo superior al del número de plazas.
En este sentido, en el último año las plazas residenciales han aumentado en Extremadura en 1.259, cifra que se incrementará con el esfuerzo inversor de la Junta, además de fondos europeos y la colaboración de las diputaciones de Cáceres y Badajoz y los ayuntamientos.
En 2014, Extremadura disponía de 8.843 plazas residenciales y desde entonces se ha producido un incremento hasta alcanzar las 14.352 plazas en 2019, lo que supone un 38 por ciento más.
La región ocupa el tercer lugar en cuanto a titularidad pública de las plazas residenciales, alcanzando el índice de 4,17 plazas por cada 100 personas mayores de 65 años, situándose la media española en 4,21 plazas, lo que significa que de cada 4 plazas en Extremadura 3 son de financiación pública.
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